CHILE: ADJUDICACIÓN DEL ATAQUE INCENDIARIO CONTRA EL LOCUTORIO DEL CLUB DE RODEO GIL LETELIER.
“…Si en la lucha tenaz y continua llegamos a caer, por lo menos tendremos la satisfacción de caer con nuestras armas en el puño.
Con la juventud –esa que no se cuenta por los años, pero si con el ardor siempre nuevo para todas las resistencias y para todos los ataques- marcharemos hacia la culminación de la osadía.”
Severino di Giovanni.
El día 20 de octubre, instalamos un artefacto incendiario en la caseta de locutorio de la medialuna del Club de rodeo Gil Letelier, resultando este consumido por las llamas.
Reconocemos en este espacio la validación del poder del estado de Chile, perpetuando prácticas autoritarias y de explotación sobre todas las especies.
Rechazamos el discurso patriótico y sus prácticas, ya que impone una identidad nacional surgida desde las clases dominantes que quieren asegurar su condición de privilegio y dominación sobre nuestras vidas.
El rodeo como muchos símbolos apropiados por el poder, buscan invisibilizar – negar que la sociedad es un conflicto permanente entre lxs que defendemos la libertad y lxs que mantienen la creencia de que necesitamos la autoridad para vivir.
El ataque a este espacio responde a su condición de antro aliado del poder, pues participa en sus conmemoraciones y celebraciones oficiales, como por ejemplo en el show de la parada militar. Por lo tanto, tengan claro que ser servicial al poder no sale gratis.
Asumimos la importancia de utilizar múltiples formas de lucha contra la autoridad, pero reconocemos la necesidad de propagar la acción directa para evidenciar nuestro posicionamiento sobre el orden establecido.
Estimamos relevante transmitir una situación que se ha venido dando en el último tiempo, la estrategia empleada por el estado y sus medios, silenciando esta acción como muchas otras; negando la existencia de la subversión y minimizándola no sólo cuantitativa sino también cualitativamente; haciendo una selección de noticias donde solo se muestran las protestas ciudadanas.
Este cambio de estrategia no nos sorprende, no esperamos consideración de su parte, sin embargo, esto nos invita a discutir sobre nuestra comunicación y confrontación efectiva de la maquinaria publicitaria de lxs poderosxs.
Con esta acción proyectamos y mantenemos vivas las ideas y las luchas de los presxs en guerra.
Grupo autónomo Afi8nes por Anarquía.
Nota: Palabras leídas durante el transcurso de la Actividad GolpeXGolpe, realizada el dia Sabado 31 de Octubre en el E.S.A & Biblioteca Autonoma Sante Geronimo Caserio, junto con lxs compañerxs de la Liga Antiautoritaria Deportiva. Recordar que Ignacio Muñoz fue encarcelado el 01 de Agosto del presente año tras ser arrestado en la comuna de Lo Prado en posesión de un artefacto explosivo y propaganda alusiva a lxs detenidxs del ataque al cuartel de la PDI en Noviembre pasado.
Palabras de Ignacio Muñoz para la Actividad “GolpeXGolpe”
Últimamente no han sido pocxs lxs individuos que se han visto enfrentadxs
al encierro, y, con esto, golpeado a sus seres cercanxs y afines. El
aparto judicial impone extensos plazos de investigación y reclusión en
centros de detención para lxs que se han enfrentado al orden social de
trabajo y muerte.
Es aquí, en estas instancias, que logramos romper con el aislamiento. Las
actividades que buscan solidarizar con la situación de lxs prisionerxs
forman una parte fundamental de la guerra. Ocupar estos momentos para
tensionar es un factor (des)construtivo para los planteamientos
personales; hilar fino es una prioridad.
Actualizando mi situación carcelaria; llevo tres meses en el C.D.P
Santiago Uno, módulo treinta y tres, donde cotidianamente comparto con
Sergio.
Finalmente, me queda agradecer a todxs lxs que juntan manos para hacer
esta actividad posible.
La solidaridad es sabernos acompañadxs.
Un abrazo grande.
Ignacio Muñoz
Santiago Uno, Módulo treinta y tres.
Palabras del compañero Marcelo Villarroel por Pablo Vergara y Aracely Romo
DESDE LA KÁRCEL DE ALTA SEGURIDAD PALABRAS POR PABLO VERGARA Y ARACELY ROMO.
Kon Memoria y Subversión los rekuerdos viajan al presente haciendo del pasado un mero dato, decir ke “Nuestrxs muertxs gozan de muy buena salud” es reafirmar la fuerza intacta de nuestros rekuerdos ke kobran vida en este presente de lucha a 27 años de vuestra partida en las indómitas tierras del Wallmapu.
Araceli… Pablo… Cientxs de kómplices han tomado opciones hermanas de konfrontación kon el poder y los ke dominan, cientxs de kompañerxs ke individual y kolektivamente mantienen viva la llama de la Revuelta, del kombate permanente kontra el presente de opresión y miseria, cientxs de hermanxs de diversas generaciones ke Jamás les olvidaran.
Les llevamos en nuestras diarias resistencia en la kárcel y en la kalle; y en diferentes territorios del planeta donde hay luz de lucha por la Liberación Total.
Saludando kon el kariño sincero de siempre a kienes organizan, a las familias de Pablo y Aracely.
Kon el korazón en guerra palpitando libertad, lucha kotidiana y subversión hasta el final.
MIENTRAS EXISTA MISERIA HABRÁ REBELIÓN!!
MEMORIA, RESISTENCIA, SUBVERSIÓN!!
PRESXS DE LA GUERRA SOCIAL A LA KALLE!!
Marcelo Villarroel Sepulveda.
Prisionero Libertario.
1 de Nov. 2015.
Cas/Stgo/Chile.-
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Palabras del compañero Marcelo Villarroel a la Población La Victoria
DESDE LA KÁRCEL DE ALTA SEGURIDAD A LA POBLACIÓN LA VICTORIA EN SU 58 ANIVERSARIO.
Kon el afecto fraterno sincero y el respeto inalterable saludo este nuevo aniversario de la toma más antigua de latinoamérika.
Saludo a las y los ke se organizan kon memoria, subversión e historia de lucha y kombate antikapitalista.
Saludo a las primeras generaciones de victorianas y victorianos ke sentaron las bases de la población y su kompartir y krecer komunitario.
Saludo a las y los kaídxs de este territorio kombativo del santiago urbano, a su historia de lucha y resistencia, a todas y todos los ke aun perseveran en vivir a kontrakorriente de la falsa vida kapitalista y su miseria extendida.
Kon toda la fuerza de su propia historia de lucha y resistencia abrazo a todxs lxs ke kontinúan.
SALUDO SUBVERSIVO A LA VICTORIA!!
KON AUTONOMÍA LIBERTARIA KON MEMORIA Y SUBVERSIÓN!!
KON NUESTRXS MUERTXS, PRESXS Y FUJITIVXS…
MIENTRAS EXISTA MISERIA HABRÁ REBELIÓN!!
ABAJO LOS MUROS DE LAS PRISIONES!!
POR LA LIBERACION TOTAL!!
Marcelo Villarroel Sepúlveda.
Prisionero Libertario.
31 de Oct. 2015.
Cas/Stgo/Chile.-
Autor: Colectivo Re-Evolución!
Para mucha gente el anarco-primitivismo es una completa insensatez. Ciertamente los nombres que utilizamos “anarcoprimitivistas” o “anticivilización” no es que vendan muy bien. El de “anarquía verde” no es mucho mejor. Mucha gente, acostumbrada a la ideología de la televisión, al ver nuestra tarjeta de presentación en estos nombres se inventan lo que queremos decir, falsas representaciones de lo que somos y pensamos, y se quedan tan tranquilos sin intentar profundizar en el conjunto de ideas y ramas del pensamiento anticivilización. Nos tachan de querer “volver a las cavernas”, cosa que jamás hemos dicho ni queremos, y en sus mentes parecen tener la visión de la prehistoria como la de los dibujos animados de las factorías de espectáculo yanquees, donde el simiesco hombre barbudo, garrote en mano, arrastra por los pelos a la mujer. O en contra de nuestra “manía antitecnológica” sostienen la visión religiosa de un “Paraíso en la Tierra” racionalmente ordenado, resplandecientemente blanco, pulcro metal, sin rugosidades, higiénicamente desinfectado por químicos y aclimatado por máquinas, rebosante de mercancías para “facilitar” la vida en un mundo donde sólo trabajan las máquinas mientras la gente toma sus caipirinhas, tumbad@s en la playa, cantado himnos a la Automatización Industrial. La cuestión es que el profeta tecnológico, con sus apóstoles las máquinas, no parece augurarnos nada bueno.
Nos suelen tachar de místicos o cosas parecidas por criticar la sacrosanta “razón instrumental”. Pero utilizando la más matemática razón y lógica claro está que no existe nada más disparatado e increíble que el invento ideológico, recurso retórico, llamado “desarrollo sostenible”. No hay ninguna forma de desarrollo de la civilización industrial que sea sostenible, ni en el largo ni en el medio plazo. Aunque cambiemos el petróleo por la fusión de hidrógeno (que necesitaría bastísimas cantidades de energía nuclear), la cancerígena industria y el consumismo depredador seguirán su proceso cada vez más acelerado de simplificación de la biodiversidad. Las miles de carreteras y el urbanismo tamaño colosal seguirán destripando la tierra. Nuestras industrias agotarán las reservas de agua potable. El aire mismo, dentro de no mucho, será una valiosa mercancía, como lo es ahora el agua o la tierra… Y las guerras seguirán desangrándonos por el petróleo, el control del agua, por luchas entre los estados (Megamáquinas que por esencia en cuanto a civilizaciones son siempre imperialistas/expansionistas) o guerras por las religiones en las que la gente se refugia para tapar el dolor que le produce la civilización, y una lista más de catástrofes interminables que tienen su racional raíz en este sistema civilizado.
Por otra parte el “precio del progreso” es algo que llegará un momento que no se pueda seguir subvencionando/pagando. Para ilustrar esto si quieren nuestr@s detractores lo pueden convertir en numeritos, como gusta hacer la civilización con todo, y contabilizar así rigurosa y científicamente los accidentes laborales, los ríos contaminados o presos por el hormigón, los suicidios, asesinatos, violaciones, muertes por consumo de drogas y conducción de automóviles… todo ello con causas en las más profundas entrañas de la civilización, al igual que la guerra. Y que contabilice en el “debe” del “precio del progreso” los animales torturados de por vida en “factorías de carne”, y los asesinados de animales para hacer jabones o por deporte, o los viviseccionados para hacer cosméticos y servir a fines militares. Que cuenten cuantas especies extinguimos al año en esta era holocáustica –la mayor desde la desaparición de los dinosaurios. Que midan el “precio del progreso” con los kilómetros cuadrados enrejados que hacen falta para construir las cárceles y psiquíatricos donde esconder los “errores del sistema”. Qué contabilicen el precio de esa cosa que llaman progreso en relación a las pastillas contra depresiones, ansiedad, estrés, insomnio, fatiga crónica, agorafobia, y demás, que la gente debe tomar para apuntar este tormento. Y por si aún no comprenden a cuanto asciende el “precio del progreso” que pongan en una balanza las enfermedades de las que nos ha “salvado” y en otras todas las que ha creado… Y ya puestos a pagar, que inviten ellos: que se coman la factura ell@s solit@s.
Dicen que somos un@s insensat@s, estúpid@s cretin@s, que no vivimos en la realidad. ¿No somos Realistas? Cierto, nuestra ideología no es el Realismo. Pero que no somos racionales porque el “progreso no se puede parar” y es “inevitable”… ¿qué tipo oscurantista dogma de fe es ese? ¿Tan pronto nos hemos rendido a la dominación? Un animal que ha sido domesticado puede volverse salvaje aunque le cueste. Un campo domesticado por la agricultura siempre rebrota salvaje cuando la dominación deja de ejercer sobre él. Y eso de que “no se puede volver atrás”, que somos unos “románticos”, ¿qué tipo de ceguera tan sorda es esa? Obviamente no se puede volver atrás en el tiempo, lo sabemos y no porque nos lo diga las leyes de la ciencia… Pero, ¿quién ha hablado de “volver atrás”? ¿No serán los posibilistas los que quieren revivir tiempos “románticos”, esos izquierdistas que quieren volver al orwellianamente ridículo concepto de “estado de bienestar”, o los que quieren resucitar a Marx, o los que quieren que vuelva el caudillo, o no sé que imperio? La ortodoxia es la melancolía del pasado idiolatrado ¡L@s herejes queremos romper los moldes! Si hablamos de volver a las raíces no es otra cosa que avanzar hacia la salvajización tanto de nuestros instintos, de la naturaleza que nos rodea como de las relaciones sociales contextualizadas en el su entorno ecológico. No queremos volver al Paleolítico, lo que queremos superar el estadio civilizado. Escapar de la Modernidad sin olvidar el pasado, aprendiendo de él. Y esto por dos razones: 1) Porque queremos ser libres y felices, no sujetos a la dominación, ni fragmentad@s por la división del trabajo, ni esclavizad@s por la escleriótica organización social estatal. 2) Porque el futuro será primitivo o no será. El “progreso” nos ha dejado sus más preciados tesoros: recalentamiento global, agujeros en la capa de ozono, un nivel de contaminación siempre en aumento, guerra/militarismo que ahora se suman a la amenaza de la nano y biotecnología -gracias a la aplicación informática- para que presenciemos el horror de las armas nano-genéticas, de la incontrolable e impredecible contaminación transgénica, la robotización de los seres vivos y sus relaciones productivas y sociales… ¡Vamos, seamos seri@s! La Modernidad es una encrucijada en la cual sólo un camino nos aparta del precipicio al que continuar soportando la Modernidad irremediablemente nos lleva, pues sus premisas son la dolorosa alienación que camina hacia nuestra extinción como especie.
¿Nos queréis usando la razón, siendo realistas, moderadamente posibilista? Pues bien, cuando un modelo de evolución se muestra tan dañino como el civilizado (en especial el industrial, y cada vez más dañino a cada paso que da la tecnologización), lo más racional es pararse a pensar, debatir, dialogar y decidir que dirección tomar. Obviamente las únicas direcciones alternativas -si además queremos empezar a progresar en libertad, autonomía, felicidad y conexión con la naturaleza- se enmarcan en una re-evolución en términos contradictorios a los actuales valores e instituciones de la civilización. Si esta evolución esta regida por la cada vez mayor masificación, tecnologización, concentración de poder, absolutismo de los sistemas estatales, especialización/fragmentación mediante la división del trabajo y alienación en todos los aspectos, y estas son las raíces de la actual crisis ecológica-psicológica-social, atajarlas mediante una Re-Evolución primitivista es la única solución práctica, factible, plausible, racional y lógica. Esto es: emprender una re-evolución desmantelando todas las instituciones de dominación que hacen necesario el Control Social (escuela, mass media, Estado y política, industrialismo, cárceles/psiquiátricos, matrimonio, herencia, etc.). Necesitamos cambioar la verticalidad estatal por la horizontalidad de redes de comunidades a escala humana, caminar hacia una drástica disminución de la división del trabajo para recuperar nuestras vidas, desmasificar las sociedades y destecnologizar las relaciones sociales para crear comunidad y convivencialidad desalienada… Combatir la dominación, al autoritaritarismo en todas sus formas: determinismo tecnológico, mediante estratificación en clases o castas, el patriarcado, el antropocentrismo, racismo, la política (delegación de las decisiones sobre nuestras vidas), y demás.
Se nos dice que esto es imposible, ¿a quien vamos a convencer con ideas como estas tan alejadas de lo “políticamente correcto”? Sabemos que rompen los márgenes de la “realidad” ideológica, que han creado para sustentar este caos refrenado con doloroso autoritarismo. Pero, ¿qué es eso de que no es posible nuestra Re-Evolución? Imagínate que en medio de un país tan “racional” como los nuestros llegasen unos tipos con unas ropas negras, muy muy raras. Qué esta gente dijese que debíamos rendir culto a la multinacional para la que trabajan porque ella es representante de un señor que por arte de magia ha creado todas las cosas y nos ha dicho, a nosotr@s que no sabemos nada, lo que está bien o lo que está mal. Imagínate que a nosotr@s que somos tan “científicos” nos dijesen que si no hacemos lo que nos dicen, ese tipo del que hablan nos castigará con sufrimientos impensables porque el es así de piadoso, ¡todo amor!, y por lo cual de aquí se desprende que –sin necesidad de ponernos el cuchillo en el cuello- debemos darles nuestro dinero y hacer lo que digan. Imagínate que para más referencias sobre su cordura y su propuesta, nos cuentan batallas donde un fulano parte el Mar Rojo en dos, otro camina sobre las aguas y cuando quiere resucita, sus estatuas lloran sangre, una madre es virgen y existen unos fantasmas con corona y alas que no tienen sexo… ¡Y que por todo eso debemos rendirles culto! Dime, que es lo que en teoría haríamos la gente realista: obviamente o darles unas patadas en sus santas entrepiernas o reírse de ellos a carcajadas y no hacerles ni caso. Pero no es lo que ocurre, ¿verdad?
Imagínate que durante innumerables años dos chamanes de corbata con miles de legionari@s propagandistas, se turnasen en el Poder diciendo que las causas de los problemas residían en la incompetencia del otro chamán, y que cuando llegasen al poder solucionarían todo… pero que esto nunca pasase. ¿No es cierto que la gente acabaría por darse cuenta de donde estaba la trampa, y echaría a patadas a los chamanes y sus legionari@s que habían jugado con sus vidas regulándolas y dominándolas? En teoría sí, pero ¿a que no es lo que ocurre? Imagínate que te están con el cuento de que la Tecnología en un futuro solucionará todos los problemas del mundo, pero en vez de eso durante milenios los ha agravado en todas las esferas. Imagínate que la gente creyese en unas ciencias que se llamasen antropología y arqueología que nos dijesen que esto no fue siempre así, que antes de la civilización el ser humano vivió en relativa armonía con la naturaleza, igualitariamente, sin religiones ni jefes, sin domesticación ni autoridad, viviendo el presente, saludablemente, libres, sin conocer conceptos tales como “propiedad” o “trabajo”, y que sólo dedicaban a las labores de subsistencia entre 3 a 4 horas al día, que no veían como un sacrificio, teniendo mucho, mucho tiempo para pensar, jugar, follar… Esto nos haría anhelar el estado salvaje en el que vivíamos antes de la civilización y caminar por tanto en una dirección muy contraria a la establecida… Pero, ¿a qué todavía hay gente que cree en la mística del Paraíso en la Tierra y la redención por las máquinas? ¿A qué aun hay gente que se cree que existe una tontería llamada Progreso, que es irremediable, y omnipotente (nadie puede con él), y que debemos rendirle culto y pagar su precio o que si no nos castigará con el menosprecio social y el que nadie nos tome en serio? Mira tú que cosas, ¿a que fanáticos religiosos y crédulos no van a ser sólo los de la barba y el turbante? ¿Hasta donde llega tu irracionalidad?
Y una última pregunta. ¿Verdad que ocurren cosas más raras y la gente cree en cosas más descabelladas que la re-evolución primitivista? Que no nos vengan con cuentos, el miedo a la libertad es lo único que nos mantiene esclav@s. ¡Viva la Re-Evolución! ¡Guerra a la civilización y toda autoridad! ¡Hasta ser Libres y Salvajes!
Últimamente la palabra anticivilización parece particularmente difundida para indicar el odio hacia lo existente, el deseo de destrucción de lo que ha entrado precipitadamente en nuestras vidas bajo forma de control feroz y represivo… parecería casi un sinónimo de anarquía. Sobretodo parecería significar un conjunto de actitudes y de deseos que quieren restablecer (y quizás salvar) lo que se entiende como “naturaleza” o “natural” y, en consecuencia, quieren poner fin a este mundo hi-tech, nano-tech, artificial o como lo queramos llamar… seguramente en desacuerdo con una vida que amemos definir de libertad.
Con esta breve introducción parece que no quede lógicamente claro; aún sería útil, sin que esto represente una invitación a la única reflexión teórica, pararse a comprender qué entendemos realmente por anticivilización, o más bien en que se concretizaría prácticamente este legítimo deseo de resistencia y ataque frente a la cultura de muerte y alienación que nos rodea.
¿Primero de todo luchar y actuar por una realidad anticivilizada o de-civilizada significa volver “atrás”, es decir renunciar, aprender a dejar de utilizar una serie de instrumentos surgidos del llamado progreso al que, entonces, nos opondríamos? ¿O significa ir “adelante”, hacia algo que no nos impida utilizar estos instrumentos pero nos empuje, al mismo tiempo a destruirlos (o a destruir su significado); destruir materialmente la realidad que nos está invadiendo (industrialización, dinero, contaminación y devastación del territorio, etc…)? ¡Quizás ambas cosas! O quizás mejor no tomarse demasiado seriamente esta especie de opción dicotomica.
La primera pregunta podría resumir el concepto de primitivismo de memoria zerzaniana: indudablemente interesante como conjunto de puntos de reflexión pero probablemente con algún límite metodológico y afirmaciones simplistas.El segundo interrogante se abre particularmente por lo que podría ser vivido como una contradicción: actuar para que no haya más explotación del ser humano sobre sus prójimos, sobre otros animales y sobre la entera “naturaleza”, para que se destruyan todos los instrumentos de coacción, control y poder, para que de una vez por todas se acabe con los medios que devastan los lugares que habitamos pero aún utilizando aquéllos mismos instrumentos y medios que el poder nos pone a disposición, de hecho nos vende como útiles o esenciales. Esto podría para algunxs sonar como las contradicciones más graves, para otrxs como las más soportables en relación a los compromisos que cada unx de nosotrxs está dispuestx a aceptar con sí mismx y con el sistema vigente. Pero si lo pensamos bien hay muchísimos otros aspectos de nuestra vida cotidiana que nos inducen a preguntarnos en que consiste esta anhelada anticivilización… parece que hagamos lo que hagamos corremos el riesgo de caer inevitablemente en prácticas incoherentes con nuestras ideas, nuestro ideal (pero quizás cada unx tiene el propio) de anticivilización es un imaginario romántico del concepto de “naturaleza” contribuye a esta sensación o certeza. ¿Cuando, en efecto, nuestra propia vida civilizada nos lleva a soñar su contrario? ¡Muy a menudo!
Los interrogantes pueden ser verdaderamente infinitos y es inútil enumerarlos aquí desmesuradamente… de todos modos es necesario entender cuando y de que modo quién desea una vida de-civilizada esta dispuestx a admitir que todo lo que utilizamos, que nos ponemos, que comemos, que hacemos es fruto de un proceso de civilización, no necesariamente inevitable (históricamente hablando) pero objetivamente presente desde siglos. Pero a este punto la pregunta legítima es: ¿que es la civilización? ¿Es todo lo que queremos combatir como anarquistas y antiautoritarios? ¡Que difícil es vivir-la sin al mismo tiempo quererla vivir!
Se podría profundizar sobre lo que se entiende culturalmente por “naturaleza” pero pienso que, tampoco representaría un tema tan nuevo; en cambio podría volverse interesante desembarazarnos de la idea idílica que tenemos de ella. Parecería que existiese un concepto relativo de “naturaleza”: bosques, océanos, montañas contaminadas, animales libres que viven según las propias inclinaciones, instintos, deseos y individualidad… y nos gusta mucho incluir-nos idealmente en este grupo de seres que viven según la”naturaleza”, precisamente. Sin embargo hay algo que nos induce a relegar en el mundo “natural” lo que excluye al ser humano porqué sabemos que incluyéndolo deberemos renunciar a parte de la idea que nos hemos hecho de vida salvaje. Sabemos muy bien que la mayoría que odia esta civilización está totalmente inmersa en la urbanización, en la dependencia de la industrialización, en la domesticación de sí mismx y de los animales llamados de compañía o de granja con los que vive aunque en una óptica antiespecista.
Probablemente una vida realmente no civilizada nos debería alejar de la ciudad, nos debería hacer parar de disfrutar de toda la tecnología (¿es posible?) conscientes de una serie de límites que como seres domesticados, es decir civilizados, llevamos adelante en un continuo enfrentamiento con nuestras prácticas contradictorias. Por ejemplo: ¿como conseguimos desear la destrucción de los bancos y contemporáneamente aceptar el trabajo asalariado y utilizar el dinero?¿ Como desear poner fin a cualquier forma de contaminación y al mismo tiempo contaminar utilizando medios de transporte que no sean nuestras piernas o los animales de carga (en una óptica antiespecista resultaría una verdadera herejía) o produciendo residuos que no son reabsorbidos por el terreno? ¿Como revelarnos a cada forma de control y después ceder aún que solo sea de manera excepcional, por utilidad o practica, al uso del teléfono móvil? Para no hablar del mundo altamente virtual, sobre todo a nivel de comunicación y contra-información, que rodea la vida de muchxs anarquistas “anticivilizatórios”; ¿como no darse cuenta que el boca a boca, además de las cartas escritas a mano, están peligrosamente en extinción, por ejemplo? Admitámoslo: nos consideramos(contra)informadxs sólo si accedemos a Internet… ¡para desahogarnos con (sinceramente) las palabras de un comunicado de reivindicación de alguna acción directa llevada a cabo en nombre de la anticivilizazión!
Pero las preguntas también podrían referirse a temas mucho menos “modernos” tipo: ¿renunciaremos al agua caliente? ¿Y a la energía eléctrica aún que solo sea por el funcionamiento de una lampara? ¿Nos curaremos en caso de enfermedad y si es así como?
Pienso que con cierta frecuencia en nuestra mente se crea una especie de jerarquía de prácticas que nuestra imaginación vive como más o menos civilizadas en base al orden cronológico en el que aparecen al universo humano. En consecuencia es lógico que, por ejemplo, calentarse con una estufa o una estufa de leña resulte menos civilizado que hacerlo con un sistema de calefacción a metano; curarse con hierbas es una práctica menos civilizada respecto al uso de medicamentos alopáticos; desplazarse a pie significa ser menos civilizado que quién va en bicicleta y así sucesivamente… ¡podría continuar! La verdad es que todo lo que nos proponen ya es fruto de un proceso de civilización , entonces podremos valorar la posibilidad de no preocuparnos demasiado de preguntarnos cuanto debemos retroceder en el tiempo para definir una práctica más o menos civilizada (si no es que damos la razón a Zerzan cuando afirma que solo en el paleolítico – hasta hace 10 mil años- en una cultura de cazadores/recolectores, no existía la civilización). ¿De hecho, como razonar de la misma manera frente a las numerosas formas y mentalidades autoritarias y jerárquicas que durante siglos, con la excusa de la tradición, no han hecho más que reproducir y re-proponer maneras estereotipadas de pensar, esculpir, clasificar, someter, explotar, torturar y matar en nombre de la especie, de la “raza”, del genero, etc.? Sin embargo no se trata de ideologías “avanzadas”, al contrario… obviamente hacemos de todo para subvertir-las y hacerlas crecer sin términos medios. extremadamente difícil y antes de hacerlo (si lo consiguiéramos) debemos destruir, con cada medio necesario, lo que nos oprime. Pero destruir lo que nos oprime es lo más esplendido que puede desear unx anarquista independientemente de un retorno a la “naturaleza”: ¿Entonces, es tan importante hablar de anticivilización cuando estamos llenxs de contradicciones si estas contradicciones no impiden la puesta en práctica del proceso de liberación total al que no podemos hacer más que dedicarnos?
Además, tengo la impresión que anticivilización también es una palabra que, tiene un significado complejo, controvertido y maravilloso, y se utiliza muy a menudo (se puede leer en la mayoría de los comunicados, de las reivindicaciones, de los escritos contra-informativos internacionales que aparecen en la red, por ejemplo). Probablemente es exagerado y seguramente prematuro definir-la una moda pero es bueno, yo creo, evitar que puedan aparecer posibles desviaciones que muy a menudo llegan rápidamente cuando se abusa de un concepto (Cuanto es usada en absurdos programas eco-fascistas, sobretodo norte- europeos, como sabemos).
Antes de afrontar el tema de la anticivilización, podremos enfrentarnos definitivamente con el de domesticación; estando inevitablemente conectados, y poner fin a la domesticación de los pet (pequeños animales no salvajes que conviven con el ser humano), sería, creo yo, un buen inicio hacia una des- civilización en este caso entendida como una superación de la lógica antiespecista domestica (convivencia entre animales pertenecientes a diferentes especies pero no en competición entre ellas, también es cierto que los pet con los que muchos conviven dependen de nosotrxs por la localización de comida), y una aceptación de lógica antiespecista domesticada (convivencia entre animales que pertenecen a diferentes especies, salvajes y probablemente en competición entre ellas Y venimos a nuestra querida y amada “naturaleza” (definir-la madre no es el caso si no queremos volver a proponer medidas y a menudo jerarquías familiares inconscientes): amarla, preservarla en su esencia salvaje y despiadada (evidentemente no tiene nada que ver con la sacralidad de la vida, invención humana, del todo humana) ¿significa saber realmente convivir con ella? No o por lo menos no siempre. Probablemente nuestra idea romántica y idílica de “naturaleza” depende de lo poco que la conocemos y el volver a ella, como en una óptica de anticivilización es bonito imaginar y actuar para conseguirlo, es por la búsqueda de comida y refugio). Esto, no significaría volver a confirmar la tendencia a relegar el animal humano en el mundo de la cultura y el animal no humano en el de la “naturaleza”, simplemente porqué cada especie vive según la “naturaleza” y según la cultura (en base a las propias características evolutivas y gozando de un conjunto de comportamientos aprendidos, deseos y dinámicas de convivencia del todo peculiares).
Pero otro aspecto es, estoy convencida, fundamental si queremos dar un sentido a la de-civilización: ¡la demografía! Es objetivamente delicado, o arriesgado, reasumir aspectos de la filosofía malthusiana (siempre a causa del riesgo de ser incomprendidxs y confundidxs por eco-fascistas radicales) pero es urgente entender que sobre el planeta Tierra somos demasiadxs. Cualquier estilo de vida, incluso el más cercano a la “naturaleza” (para volver a proponer esta posibilidad a la que muchxs sienten pertenecer), multiplicado por 7 millones resultaría igualmente nefasto a nivel de aniquilación ambiental (por ejemplo si todxs nos calentásemos con leña quizás la de-forestación aumentaría aún más). Me doy cuenta que yo misma me perdería en un laberinto proponiendo la extinción del genero humano pero admito que reducir drásticamente la explosión demográfica me parecería lo mínimo. ¿Que métodos utilizar? ¡Existen muchos y aquí no quiero alargarme excesivamente! Consciente, de hecho, que este argumento merece otras profundizaciones más especifícas, me propongo volverlo ha afrontarlo lo antes posible en un escrito monotemático.
Los temas aquí propuestos son diferentes y no todos son simples de afrontar. Una cosa es cierta: se trate de lo que se trate, esta anticivilización parecería un excelente estímulo para seguir actuando contra esta civilización liberticida…
¡entonces obviamente bienvenido sea!
Elisa di Bernardo
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Fuente: Revista Fenrir Nº 4 en español