MANIFIESTO ANTICIVILIZACIÓN – DESTRUIREMOS NUESTRO INFIERNO – Por Re-Evolución

MANIFIESTO ANTICIVILIZACIÓN – DESTRUIREMOS NUESTRO INFIERNO

Por Re-Evolución

 

NOTA CYBERPUNK:

Este manifiesto es de hace varios años atras, de lxs extintos editores Re-Evolucion.

_________________________________________________________________________

Imagen

 

ÍNDICE

* Contra la distracción

* Destruiremos nuestro infierno

* Donde acaba la Realidad comienza la fiesta

* Mirándote a los ojos

* Desde la domesticación

* Contra su historia

* La Eremita Hereje

* Salvajes hasta morir

* Masa y tecnología

* Golpes, al Goliat!

* Fin… o Principio

__________________________________________

CONTRA LA DISTRACCIÓN

 

“De momento comencemos escupiendo. Fuerte. A la mujer que compra el “Hola” en el kiosko. Al académico que engola la voz. Al locutor que se relame con la noticia (cualquiera). Al que se masturba en el confesionario o pone la otra mejilla al que le insulta. Al político que habla de la democracia. Al líder del proletariado que se llena la boca hablando en su nombre. Al que habla de los sagrados valores de la patria. Leyes antiterroristas? Pero la saliva no mata… Y ustedes sí.” Andrés Sorel.

  “En nuestra tumba pondrá: de estos dos imbéciles el mundo se ha reído y no se han enterao.” La Polla Records

 

1. Ningún  fantasma recorre Europa. Ya no hay tierras que recorrer. El Espectáculo lo ha recubierto todo y a todos atrapa. Empaña todas las pupilas: la del niño japonés que se tira desde una ventana frustrado por la disciplina mecánico-militar escolar, en sus megaciudades de masa humana apiñada; la del adolescente yanqui en el momento de disparar las decenas de muertes de sus compañeros y autoridades-profesores en el instituto; la del joven al entrar la aguja en su brazo, tirado junto a una vomitona y una botella litrona en un lúgubre portal de las noches de neón; la del ama de casa cuyo pan consagrado es el Prozac, tomado litúrgicamente con la fe en ello, para escapar de la depresión crónica; la del currante al caerse de un andamio; la del trabajador de cuello blanco con la soga de la rutina, la monotonía y el vacío al cuello; la del hombre de negocios al ver su crack del `29 particular, y sentir como la cocaína juega con su estrés y su maltrecho corazón; la del pensionista al esperar desesperando que llegue su muerte…

2. La vida jamás ha tenido menos sentido. La vida jamás ha sido tan poco sentida. La vida jamás ha sido tan poco vivida. Jamás tan plástica, triste, desapasionada, y desnaturalizada, y al mismo tiempo tan entretenida. ENTRETENERSE ESPERANDO A LA MUERTE ES LO QUE HOY SE CONSIDERA VIVIR. Todo gira alrededor de una palabra: “más”. Queremos más tiempo… que desperdiciar. Queremos más cosas… con las que enterrarnos. Nacemos para morir y el camino está fríamente trazado en el inconsciente colectivo de este moribundo organismo vuelto máquina que es la sociedad: estudiar a disgusto para vivir, trabajar a disgusto para vivir, jubilarse a disgusto para morir… morirse de disgusto por no haberse atrevido a vivir. Nacer para vivir… pero una vez socializad@ por la familia, la escuela, la fábrica, el televisor, la calle, el bar… VIVIR PARA MORIR.

3. Nos dicen que jamás en la Historia el individuo ha tenido tantas posibilidades, jamás ha vivido tanto tiempo, jamás ha tenido a su alcance tantas distracciones… ¡Y ya basta!. Esto ya se acabó. Vivimos La Mentira, y ella será destruida. Es tiempo de luchar. No queremos posibilidades prefijadas sino aventuras instintivas; no queremos vivir mucho tiempo sino vivir el tiempo. No queremos distraernos sino gozar.

 4. ¡Basta ya de realismo! ¡Qué termine el espectáculo! ¡Qué empiece la fiesta de la insurrección!

__________________________________________

DESTRUIREMOS NUESTRO INFIERNO

 

“Esos poetas infernales, / Dante, Blake, Rimbaud… / que hablan más bajo… /que toquen más bajo… / ¡Qué se callen! / Hoy /cualquier habitante de la tierra / sabe mucho más del infierno / que esos tres poetas juntos.” León Felipe

“Si no hacemos lo imposible nos encontraremos con lo impensable” Vieja pintada del interrumpido ´68

“A la mierda el Armaguedón… ¡Esto ya es el infierno!” Bad Religión

 

5. En este país 3 millones de personas sufren depresión crónica, (500 millones, que se sepan, en el mundo) y el consumo de las drogas legales para ocultar cínicamente la infelicidad se ha triplicado entre 1992 y el 98, mientras que en el Corazón de la Bestia, EEUU, 40 millones son las arterias que sangran Prozac.

6. Suicidios en aumento en todas las sociedades civilizadas de hoy, violencia en aumento en el mundo entero, personas encarceladas en aumento continuo en el Occidente de la Democracia (2 millones en EEUU, frente al millón que había en el 1990; 50.600 en España  frente a los 14.500 del 1986; etc.) ¡Miseria en aumento en todo el mundo tecnológicamente globalizado!

7. Y ya nadie cree en psiquiatras, ni en que las drogas legales o ilegales puedan solucionar nada. Y ya nadie cree en gobiernos y políticos, ni en altruismos empresariales. Ya nadie cree, o eso parece, pero todo es mentira. No creen pero van a psicoterapias, no creen pero consumen “soma”, no creen pero votan, no creen pero no cuestionan el salario, porque vivimos en una sociedad de crédulos. Creen que nada se puede cambiar, creen que el que haya que trabajar es inevitable, creen que son necesarios policías, militares y estados. Creen en la necesidad del sistema tecnológico… ¡Creen que es necesario o inevitable su dolor y sufrimiento! ¡Creen en el Infierno! ¡Adoran el Molach! ¡Suben ell@s solit@s la escalinata hacia el altar del sacrificio y en su camino suicida destrozan todo lo que a esta raza civilizada se le pone al paso!… Suda sangre la Madre Tierra y se levantan sus raíces. Nos empeñamos en que el canto gore del Apocalipsis parezca un cuento para críos recomendado para todos los públicos… viviendo una realidad no recomendada ni para el peor de l@s enemig@s.

8. Pero cada vez hay más gente que se revela contra la Realidad… Pero también hay cada vez más alucinados por residuos marginales de la Realidad que pretenden erguirse en alternativa, y que no son más que otras caras de la misma realidad. En este país 35.000 personas AL DÍA van a curanderos, brujos, meigas y demás místicos en busca de la redención que la Realidad no les puede ofrecer, de las miserias que ella misma crea. En este país se empiezan a asentar l@s telepredicador@s yanquis y brasileñ@s, juntando ya miles de almas en estadios de fútbol, precisamente en otro de los grandes escenarios del Espectáculo alucinado de la Realidad. Y las sectas no paran de crecer y multiplicarse, como por ejemplo la nazi-mística Nueva Acrópolis, o la adoradora de la superpoblación y el vil metal OPUS DEI, sin lugar a dudas mucho más políticamente correcta –¡Y tanto, si la mitad del gobierno son fieles de la Obra!-.

9. Suelen decir los radicales, los críticos, los intelectuales, los curas, ¡los teólogos de todas las Iglesias de la Realidad!, que vivimos en una época de crisis de valores. Pero todos mienten, aunque no sean conscientes, pues ellos viven en la Realidad. ¿Crisis de qué valores? ¿Solidaridad, hermandad y todos esos engaños cristianos? ¿O no será una crisis de religiosidad, de religare, o existencial?  Lo que vivimos es una crisis de Realidad, de Seriedad, de Posibilismo… Ya nadie cree pero cree, y eso desconcierta. Es la Realidad la que debemos combatir con todas nuestras fuerzas, y esta sólo puede ser una tarea emprendida  por loc@s que se escapen del manicomio que es esta Megamáquina social, para poder incendiarla una vez fuera, para no quemarse en el fuego del apocalíptico fin, que, lo precepitemos o no, consumirá antes o después esta triste Realidad… Una tarea de loc@s incendiari@s y desertor@s, sin cabida en partido, O.“N”.G, o sindicato alguno.

__________________________________________

DONDE ACABA LA REALIDAD COMIENZA LA FIESTA

 

“El mundo está lleno de propaganda de su propia existencia.” B.Aaronson

 “»Matrix nos rodea. Está en todas partes, incluso ahora en esta habitación. Puedes verla si miras por la ventana, o al encender el televisor. Puedes sentirla cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, o cuando pagas impuestos. Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultar la verdad.» «¿Qué verdad?» «Que eres un esclavo, Neo. Igual que los demás naciste en una prisión que no puedes saborear ni tocar. Una prisión para tu mente.» Matrix

 

10. La Realidad, es el Espectáculo de la vida fingida (actuada, representada, mediada, delegada). La Realidad es donde todo es tan simple y complejo ante los ojos de l@s realistas que tal confusión provoca desorientación. Provoca sensación de cordura ante la democrática Normalidad, el supuesto actuar y pensar atribuido a la mayoría. Provoca impotencia, la sensación de no poder cambiar las cosas, de no poder participar en el cambio, de no haber siquiera cambio cuando nunca nada ha dejado de cambiar. Provoca pretensión de no cambiar, de no deslindarse de las fronteras de la Normalidad de la persona, dentro de la Realidad. Es la alucinación de pensar que el cambio no existe, cuando al mismo tiempo se piensa que existe el cambio, y alucinadamente se cree un@ que no es sujeto, sino solamente objeto del cambio. Porque la Realidad no existe, es un imposible sinsentido contradictorio.

11. La Realidad es la ebria alucinación que se pierde en el resplandor del neón y el cartón piedra. 

12. La Realidad es la última frontera que desalambrar antes de empezar a vivir.

13. La Realidad es el Espectáculo que debe ser lo tomado por inmutable y normal.

14. El Espectáculo es la recreación social que ponemos delante de nuestros ojos. Es la ideología superficial de algo más profundo que aquí llamaremos el Sistema.

15. Toda la sociedad ha sido rediseñada para ser Espectacular. Las relaciones humanas en gran medida se han vuelto meramente espectacular, fingidas o representadas. El espectáculo es el arte de la representación.

16. Así el Trabajo ya no sólo es una forma de  esclavitud del cuerpo, sino también una forma de esclavitud, mediante la representación, de la mente. Pasamos la tercera parte de nuestra vida actuando en el plano profesional. Una dependienta de un gran almacén debe asumir su papel en el espectáculo, disfrazarse, actuar, relacionarse con las demás personas de la manera que se supone debe actuar una dependienta. Ya no sólo debe vender su “fuerza de trabajo” sino sus palabras, sonrisas… su personalidad, siendo una agradable máquina expendedora de mercancías. A su vez las personas con las que interaccionan deben actuar no como personas sino como actores y desarrollar el papel del cliente que asumen inmediatamente al entrar en el establecimiento. De esta manera los dos impulsos de esta máquina de infelicidad, venta-consumo, se encuentran en el espectáculo sin que en el funcionar de la máquina haya roce alguno: ninguno se cuestiona el porqué de este pez que se muerde la cola, el Espectáculo, en los lugares donde opera, que son todos, pues deben de estar atent@s a su actuar, a ser fieles a sus status temporales pero eternos, pues cada día se reproducen. Dependiente-cliente.

17. Este es el circo del gran supermercado. El Supermercado es global. El Supermercado es el planeta entero con todo lo que hay en él, ya esté vivo, muerto o sea inerme: “materias primas”, “recursos naturales”, “recursos laborales”, “recursos humanos”… ¡Mercancías al fin y al cabo es lo único que vemos, y como tal a todo y tod@s tratamos!

18. Nos hemos acostumbrado a que todo sea objeto de transacción y hemos hecho de toda relación una transacción. Incluidas, no pocas veces, nuestras relaciones amistosas y amorosas. Hemos convertido esto en mercados, y dependiendo de en que círculo del mercado te muevas unas características de la “mercancía” son más valiosas que otras: el tener un buen coche, el tener dinero, el ser guap@, el ser extrovertid@, el ser gracios@, el tener liderazgo, o el ser un/a “rebelde”, el vestir de cierta forma, el pensar de cierta otra…

18. En la producción también opera el espectáculo. La persona trabajadora como si de un acto reflejo se tratara comienza su actuar. No le es difícil, simplemente tiene que amoldar sus movimientos y pensamientos a los de la máquina que utiliza. Envueltos en un mundo rutinario, en una sociedad que parece más un ordenador que un compendio de seres vivos, tras largas horas de “harmonización” con la máquina la persona trabajadora está más que de sobra preparada para este papel en el espectáculo.

19. “Esta es la Realidad y lo únicamente posible”… Lo demás es locura.

20. Pero la Realidad, que asumimos mediante el espectáculo, no es simplemente la vieja concatenación vital que todo padre quiere para sus hij@s de “estudiar para conseguir un trabajo, mediante el cual independizarse, y tener su propia familia”, con la cual reproducir el círculo social del eterno retorno.

21. La Realidad es aceptar que el despertador de tu mesilla, parte del Gran Reloj que es el corazón y latir de la Megamáquina social, te ponga en funcionamiento. Es desayunar los productos de una supermercado sin cuestionarse su procedencia, composición, cultivo, la vida que los han creado… Es no cuestionar la división del trabajo, dando por sentado en el inconsciente que todo es producto de una círculo productivo tan mundial como normal, etc., etc.

22. ¡La Realidad es estar en el Gran Supermercado consumiendo propaganda de la existencia propia  de esa mentirosa Realidad, es decir, consumiendo el Espectáculo! Y no sólo es comprar una revista del corazón, ver el Gran Hermano, formar parte del espectáculo deportivo que cada temporada vuelve a comenzar…. ¡No, es mucho más! La propaganda de la existencia de la Realidad es hablar de ir al médico como si esto fuese normal, ¡porque es Normal!, es hablar mientras un avión surca los cielos dando por hecho su normalidad, ¡eso es otra forma de propaganda subliminal y no premeditada de la existencia de la Realidad!

23. El Sistema, la Realidad, la Normalidad, no podría subsistir sin que la propia Realidad no fuese sino un compendio de objetos-acciones propaganda de su propia existencia. Se derrumbaría. Es por esto que quien cree que “la gente tiene comido el coco por el televisor” no es sino un/a cieg@, en un mundo de tuert@s. La televisión, el deporte oficial, etc. son sólo la capa más superficial de la propaganda de la existencia de la Realidad. La punta del iceberg. El enorme resto de este helado iceberg es la propaganda más fuerte y definitoria: la proganda de la Tecnología que configura la ideología más fuerte y definitoria de la Realidad: la Ideología de la Tecnología.

24- La maquinización, la biotecnología, la nanotecnología, el urbanismo para el control y la rebañización, la mecanización de las actividades sociales (transporte, movimiento, creación, recolección…)… El coche, el metro, y las carreteras o raíles, y el uso que de ellas se hace, su fragor, estrés y utilización para la perpetuación de la Realidad son propaganda de la Realidad.

25. El Trabajo, los convenios colectivos, la economía y sus “caprichos”, el “trabajar para vivir”, la máquina que has de hacer girar para cobrar un sueldo, el sueldo… ¡Propaganda del Sistema!

26. El comprar en supermercados lo que haciendo girar la máquina has “ganado” en el Trabajo, la división del trabajo… ¡Propaganda del Sistema!

27. El dar por sentado la estabilidad de la sociedad (tecnológica) con sus industrias, urbes y sus interconexiones, y la existencia de la abstracta Bolsa de Valores, y del Capital, y el Producto Nacional Bruto, o el IPC… ¡Propaganda del Sistema!

28. La Sociedad, la Megamáquina o el Sistema –como se le quiera llamar- es la realidad física de la Realidad Espectacular y su propaganda es omnipresente. Al haberse convertido la sociedad en una máquina “con vida propia” -con la industrialización- las personas se ven relegadas a actuar como engranajes. La Máquina, la Sociedad, es impersonal y transciende a las personas: sigue existiendo cuando el individuo muere. De esta manera la regeneración de individuos simplemente tiene que sustituir al individuo “dado de baja”, en una vida prefabricada mucho antes de que él mismo naciese, adaptándose para esta regeneración desde la infancia a los caprichos de la Megamáquina, y, a lo largo de su vida, a la mutación de ésta.

29. La Megamáquina está en perpetuo cambio –como todo- pero su existencia y propaganda nos quiere hacer creer que ella trabaja de forma suave, en perpetuo desarrollo y crecimiento, sin chirríos relevantes ni posibilidad de explosión. Esto es la ideología de la Calma.

30. Vivimos creyendo que todo fluye, pueden caer las Torres del World Trade Center, explotar Chernobil, o hundirse Argentina, o reventar el Prestige… aquí no pasa nada, pues nada tiene relación, y si pasa pronto se olvida, porque vivimos en la Calma. La Megamáquina que hacemos funcionar “trabaja para nosotr@s”, sólo tenemos que preocuparnos por vivir… Pero en esta situación lo preocupante son dos cosas: la Megamáquina está actualmente mutando rediseñando la sociedad hacia un nuevo y más fiero infierno, y, para colmo, bajo la megamáquina no hay vida posible sino sólo subsistencia.

31. Durante dos millones de años los seres humanos han vivido. La subsistencia no era un vocablo conocido. La lucha por sobrevivir no era preocupación de ningún tipo. Cuando alguna vez un grupo humano se encontraba con una situación de carestía de alimentos (por razones climáticas, o por culpa de su propia depredación del ecosistema donde vivían), al igual que otro animal, vivían o morían. Pero su vida jamás era planteada en términos de futuro. Ahora hemos perdido el carpe diem, el presente, y nuestra vida es una lucha en la subsistencia perpetua (prozac, trabajo, escapar de las mil y una guerras de la civilización, o de las enfermedades que ha creado y expandido la civilización, etc, etc.)

32. Somos lo suficientemente imbéciles para vivir peor –ser menos libres = felices-que hace 2 millones de años. Lo suficientemente masocas para no haber aprendido nada en estos suicidas escasos 6.000 ó 10.000 años de civilización.

33. Somos lo suficientemente alucinados como para no querer escapar de la Realidad. Demasiado realistas para dejar de subsistir y empezar a vivir, distraernos en vez de gozar, porque el realista es un animal cobarde y sin imaginación que no se atreve a ser feliz…

34. Pero cada vez somos más los que nos damos cuenta de que ¡DONDE ACABA LA REALIDAD EMPIEZA LA FIESTA!

__________________________________________

MIRÁNDOTE A LOS OJOS

 

“Hombre que ha perdido su contento, para mi ya no es hombre vivo; es un cadáver animado.” Sofócles

“El tiempo no es sino el río donde voy a pescar. Bebo en él, y mientras lo hago, veo su lecho arenoso y veo cuan cerca se encuentra de mi. Su fina corriente transcurre incansable, pero su eternidad permanece. Yo quisiera beber de más hondo; y pescar en el cielo, cuyo cauce está tachonado de estrellas. No puedo contarlas. Ignoro la primera letra del abecedario. Siempre he lamentado no ser tan sabio como el día en que nací.” H.D. Thoreau

 

35. Comiendo fruta, ayudado por mi cuchillo, sentado a ras de suelo, evaporándose las últimas gotas de rocío de la mañana. Bañando mi cara los primeros rayos del sol, haciéndome entornar los ojos su resplandor, embelesado por la dulce y silvestre sensación me puse a recordar lo que era; lo que fui en otro tiempo.

36. Nunca me gustó la escuela, el primer día que me llevaron a ella –como otr@s much@s- rompí a llorar, como antes de entrar en ella rompía a llorar cuando se me negaba algo y se imponía por fuerza, o se me obligaba a comer dentro de esos rígidos horarios, esa comida de fábrica. Sollozos como en los que siempre rompí cuando se me domesticaba para poder “vivir” en este domesticado mundo, hecho a la medida de la máquina.

37. Tres meses al año me liberaba de todo ese doloroso tedio; de la escuela aburrida y autoritaria, de la ciudad-hormiguero de hormigón, de sus coches asesinos, carreteras peligrosas, de los horarios mecanizantes, de las prisas angustiosas… Incluso el autoritarismo familiar se suavizaba esos meses, en el campo, en medio del bosque, con el fragor del verano, y la cálida compañía de dos buenos amigos.

38. Eran tres meses eternos. Veranos de plenitud donde no existía el tiempo, ni el pasado ni el futuro, sólo vida gozando siempre, con efímeros ratos de indoloro aburrimiento. Meses en los que la socialización perdía su fuerza al jugar paseando hormigas por las manos, atravesando el bosque en busca de refugios fantásticos, investigando sus secretos. Corriendo siempre, pero por placer y no por prisa. Escalando árboles, en vez de peldaños.

39. Más tarde, más domesticado, los placeres más simples dejaron de tener su encanto, a la par que todo me lo hacían más complejo, y la siempre odiada matemática se adueñaba de mi pensamiento. Volvía a mi refugio silvestre, pero cada vez me era más extraño. Cazaba grillos, como antes perseguía pájaros, pero ahora para encarcelarlos en cajas de zapatos. El aburrimiento cada vez se hacía más largo, y empezó a hacerse doloroso. Lo habían conseguido: era un ser de diez años –quizás menos, quizás poco más- perfectamente socializada (estandarizado). La conexión intuitiva con la natura y la simpleza, belleza y plenitud de la vida natural había sido rota. El doctor había cortado el cordón umbilical y ya podía ser un eficiente engranaje de su maquinaria social.

40. Fue entonces cuando aparecieron mis depresiones. Hicieron nacer en mi un Dios que me miraba desde su omnipotencia, con sus diez leyes de piedra, frío y distante, vengativo, violento y luego cínicamente amable. El dios murió un buen día y me levanté confundiendo el desbordar de mi desesperación con la libertad. Había cumplido los doce años. Los siguientes fueron años de contraataque donde mi ira incendió ostias en las misas y escupió las caras de los profesores en su más podrida autoridad. Me estaba haciendo adulto, pero los rituales para pasar de esta edad/status, en esa desnaturalizada sociedad eran demasiado asquerosos. Jamás sociedad humana habían obligado a tan abyectos autosacrificios para poder ser adulto –eso que llaman “independiente”-.

41. Ahora embelesado, años después, comiendo la fruta de la tentación en el verde bajo el sol, miro el pasado. Guiño un ojo al viejo Dios, y sabiendo no recibir respuesta, le juro: “morirá en mi el Nuevo Dios como moriste tú asqueroso”.

42. Y entonces te miro a ti a los ojos a través del espejo, quiero que veas mis destellos de odio y sientas mi dolor. Ya no hay nadie que me engañe, la causa de mi sufrimiento no la he de buscar en mi interior. Tu estás ahí, y no debo ignorarte. Mi dolor, ¡Cierto!, nace de mi inadaptación. No consigo amoldarme a la cuadriculada vida. Soy un “engranaje redondo para clavijas cuadradas”. Y los chispazos de esta desafinación queman mi cuerpo, torturan mi mente, pero también erosionan tu estabilidad.

43. Cada vez somos más. Dentro de poco seremos demasiados los engranajes redondos: ¡Te haremos saltar por los aires! Y por fin la redondez se desenredará en una espiral en la que nos hayamos convertido nosotros mismos, para dejar de ser máquinas y ser fluidez y vida, de nuevo, destruyendo en nosotr@s el Tiempo; viviendo la voluptuosidad del instante; rescatando el niño que hoy llevamos, como lastre, moribundo, enterrado muy profundo.

44. Y te miro a los ojos, en la oscuridad y bajo las estrellas, clandestino como los zorros que habitaban otrora mi bosque. Tengo una herida abierta en mi corazón. La culpa y causa de ella se encuentra en identidad. Y no tiene perdón posible; ni armisticios, ni pactos, ni treguas. Sólo su muerte podrá resarcirme. Auya mi dolor, y como lobo herido busco sangre que derramar. Sólo en tus entrañas purgadas al límpido aire encontraré las mieles de la venganza. De sus cenizas alzará el vuelo el pájaro de fuego que anuncie un nuevo amanecer… Donde no haya nunca más ni un resquicio de domesticación, donde el planeta pueda dejar de contener la respiración, y rebrote verde de alivio, donde sólo exista la simpleza de la libertad, sin dios alguno, por siempre SALVAJE.

__________________________________________

DESDE LA DOMESTICACIÓN

 

“Todos, en fin, hablando sin cesar de necesidad, de avidez, de opresión, de deseos y orgullo (…) hablaban del hombre salvaje, pero dibujaban al hombre civil.” J. Rosseau

 “Y dejamos que los niños pequeños vengan a nosotros para impedirles a tiempo que se amen a sí mismos: así lo procura el espíritu de la pesadez.

“Y nosotros –¡nosotros llevamos fielmente cargada la dote que nos dan, sobre duros hombros y ásperas montañas! Y si sudamos se nos dice: “¡Sí, la vida es una pesada carga!

“¡Pero sólo el hombre es para sí mismo una carga pesada! Y esto porque lleva cargadas sobre sus hombros demasiadas cosas ajenas. Semejante al camello se arrodilla y se deja cargar bien.”

 F. Nietzsche

 

45. Hace 1,7 millones de años apareció el homo erectus. Un espécimen que por la forma y capacidades de su cerebro y su físico, creemos debe ser considerado el inicio del ser humano.

46. Durante la práctica totalidad de ese tiempo, de nuestra historia, el ser humano llevaba su pertenencia en la palma de la mano, surcando los bosques, subiendo y bajando colinas, bebiendo ríos, de forma nómada y unido con la naturaleza. Sin nada sobrenatural, sin dios, y por mucho tiempo, sin pensamiento abstracto jerarquizante.

47. No se sabe muy bien cuando, pero sin lugar a dudas bastante recientemente, empezaron a surgir las primeras valoraciones jerarquizantes del pensamiento abstracto (raíz del autoritarismo). La separación, por el pensamiento, de la  naturaleza en naturaleza y human@s generó todas las relaciones asimétricas que hoy conocemos (sexismo, explotación, especismo…) e hizo factible el PROGRESO, o lo que es lo mismo: EL CAMINO HACIA LA TOTAL ANIQUILAZIÓN, PASANDO ANTES POR UNOS POCOS MILENIOS DE DOLOROSA ALINEACIÓN.

48. Con el ritual llegó el chamán, con el chamán la religión. Con la religión el pez se mordió la cola, y encontraron todas las autoridades un justificante en lo no natural, en lo religioso, lo sobrenatural.

49. Pero todo esto es muy reciente. En las bandas de recolector@s-cazador@s donde no existía dominación de la natura, donde no existía domesticación de human@s y demás formas de vida, no existía tampoco la propiedad, el sexismo, la violencia ni organizada ni generalizada, ni el suicidio, siendo casi desconocida la violencia mortal, viviendo en una opulencia económica relativa, viviendo el eterno presente que eternamente retornaba en sí para jamás perderse en las ansias del futuro. Jamás se relegaba ni delegaba la vida.

50. Aún hoy en día existe algún grupo que cumple estas características, si bien muy pronto morirán bajo la insensible garra de la Civilización: l@s bosquimanos en Botswana, l@s Jarawa en la India… Tod@s morirán o acabarán de prostitutas, obreros o amas de casa.

51. El ser humano, como todo animal, a lo largo de sus milenios de evolución ha ido adaptándose al medio biológica y “culturalmente”. Existe en la ecología un principio que se llama el Principio de Tolerancia, según el cual cuanto más diverja el entorno a aquel con el cual la especie se ha ido formando, se hace cada vez más difícil la conducta adaptable, o incluso se vuelve esta imposible. Esto vale para cualquier ser vivo, incluido el ser humano.

52. No obstante, sólo un idiota, un biologicista, no se percataría de que la cultura puede hacer que la capacidad adaptativa varíe sustancialmente. No obstante, sólo un idiota, un culturalicista, no se percataría que por mucho que la cultura influya también lo hace lo biológico de forma, en muchos casos, definitoria.

53. La domesticación no es el estado cultural natural del ser humano. La sociedad de masas tampoco es su forma política. El ecosistema industrial no es su medio.

54. Es falso que el ser humano se ha adaptado a estos bruscos cambios de vida y entorno ecológico, ocurridos como irrupción volcánica en los últimos milenios: la agricultura y la sedentarización por un lado, la industria y la mecanización de la sociedad y el individuo (ahora masa) por otro.

55. El ser humano no se ha adaptado: se ha resignado como animal domesticado que es al ver el cinto del padre asesino: la Sociedad Tecnológica (Sociedad de Masas). Esto es evidente, incluso para el/la más cieg@ de l@s científic@s de este mundo de tuert@s. La guerra es una expresión de esa falta de adaptación, las mil y una revueltas campesinas con las “tradicionales” quemas de registros de propiedad otra. ¡El surgimiento de la ciencia Psicológica para el control social en el maquinizado siglo XX, otra! La existencia de policías y drogas para calmar el dolor son evidente prueba de esta inadaptación. Tod@s somos inadaptad@s, y esto es normal: el ser humano no está “hecho” para vivir en sociedades de 40 millones de habitantes, vive en grupos pequeños –incluso en las Sociedades de Masas –si de manera funcional  y asimilados-, siendo todo lo que se escapa al grupo y sus interconexiones horizontales un lastre nefasto.

56. El ser humano domesticado es el camello que se arrodilla para coger la carga de lo que no le es propio, para acabar creyéndose que sí que lo es, y se sumerge en la Realidad: “la guerra es humana, la explotación es humana, el que la vida sea una carga es humano”. Pero todo eso mentira, porque ya lo hemos dicho: La Realidad no existe.

57. Casi dos millones de años de vida en plenitud son una prueba. Pero no nos importa. ¿Acaso sería posible volver al pasado? No. Pero tenemos que tener algún referente…

__________________________________________

CONTRA SU HISTORIA

 

“Una pintura de Klee titulada Angelus Novus muestra a un ángel que parece alejarse de algo que contempla fijamente. Sus ojos miran con atención, tiene la boca abierta y las alas extendidas. Así se imagina uno al ángel de la historia. Su cara está vuelta hacia el pasado. Allí donde percibimos una cadena de acontecimientos, él contempla una simple catástrofe que sigue acumulando ruinas sobre ruinas y las arroja a sus pies. Al ángel le gustaría quedarse, despertar a los muertos y recomponer lo que ha sido triturado. Pero sopla una tormenta desde el Paraíso; se ha cogido a sus alas con tanta violencia que ya no puede cerrarlas nunca más. Esta tormenta le empuja irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve la espalda, mientras la pila de escombros que se encuentra ante él crece hasta el cielo. Esta tormenta es lo que llamamos progreso.” W.Benjamin

 

58. La Historia humana no es la historia de las ideas, ni las fechas de batallas ni los grandes hombres. Eso es mentira.

59. La Historia humana no es la historia de la lucha de clases, una contra otra, de forma dialéctica. Eso es mentira.

60. NO, no es la historia de un pueblo oprimido, ni un género oprimido ni nada de eso.

61. La Historia humana no es la historia del PROGRESO; de hecho el PROGRESO es una invención ideológica que empieza a fraguarse en el Renacimiento, idea y práctica que se desarrolla en la Ilustración cantando loas a la maquinización de la sociedad y al renacimiento del ídolo vuelto único dios en el panteón social: el Dios Tecnología, y sus emisarios la Razón mecanicista y la Ciencia surgida de las entrañas de la superstición, magia y alquimia. El PROGRESO es olvidar el pasado o reinventarlo para justificar un futuro en el nombre del que se sacrifica el presente. Es pensar que los males no tienen raíces sino curas en un futuro ideal tecnológico que nunca llega. El PROGRESO es reducir a números la felicidad y mirar la historia humana como una línea recta dirigida, por la fuerza del sino, a un final tecno-feliz. Y la historia humana no es lineal, sino más bien como un ir y venir zigzageante, es el telar de Penélope deshaciendo y haciendo los hilos en espera de la vuelta a casa de Ulises… Y ningún  futuro tecnológico se vislumbra feliz…

62. Empero, aun cayendo en inevitables simplificaciones, hace falta algo simple que nos dé una pista de la evolución humana, una vez liberad@s de la cínica interpretación de ésta identificándola con el supuesto PROGRESO. Y esa pista no está en las PROGRESISTAS visiones de lucha de clases, confrontación de la de ideas, o la lucha de sexos. Todo eso son verdades parciales que por parcial se convierten en el conjunto en simple mentira. Quien no quiera cambiarlo todo, combatir el Sistema, encontrará reconfortante cobijo en estas historias fragmentadas.

63. Tres han sido los momentos básicos de la Historia humana tras la ruptura con su modo de vida salvaje (libre). Tres los pasos de la Anti-Libertad. El primero es la domesticación. La domesticación del ser humano creando superiores e inferiores devino en todas las demás jerarquizaciones (clases, sexos, edades, especistas…)

64. Una vez domesticado el ser humano, una vez domesticado los animales y plantas (ganadería, agricultura…), una vez creada esta separación de la natura y dominación jerárquica las civilizaciones estatales y religiosas, la historia humana de la eterna inadaptación al cambiante medio dio lugar al segundo momento: la Maquinización de la sociedad.

65. El proceso de maquinización es gradual, imposible sin el descubrimiento del reloj mecánico en la Edad Media, pero tiene su explosión con las revoluciones industriales de fines del XVIII principios del XIX. Esto significó la total conversión de la sociedad en algo mecánico sujeto al Gran Reloj que con su látigo regula los remazos de esta galera a la deriva. La maquinización social devino también en masificación del individuo, maquinizando el funcionar de la sociedad y todas las relaciones dentro de ella. No es por casualidad que al surgir esta sociedad masa-máquina surja también el nacionalismo y demás teorías –reaccionarias o revolucionarias- que pretenden una homogenización y un gigantismo social: “tod@s iguales en la Megamáquina”, si bien interpretada ésta en clave nacional o política (su superestructura ideológica).

66. El tercer momento es un proceso, al igual que los otros dos, aún en curso. Hoy lo estamos empezando a notar, hoy está en FASE DE CONSOLIDACIÓN. Esta puede ser la última etapa de la historia humana o la segunda parte de la historia de la libertad humana –no hay términos medios, como explicaremos cuando hablemos del sistema tecnológico.

67. La tercera etapa es la actual: nanotecnología, manipulación genética, reestructuración económica para encarar la automatización del trabajo, y urbanismo carcelario para acallar las revueltas (junto con la internacionalización de la represión, el sistema, etc.)

68. Se nos meterá chips en la piel para controlarnos como hoy empiezan a metérselos a los yanquis, como desde ayer se los meten a los perros. Mil ojos conectados a un ordenador nos vigilarán. Mil porras nos esperan porque este sistema se está viniendo abajo.

69. Los ecosistemas mutarán radical y velozmente gracias a la estupidez humana expresa en las cubetas de la manipulación genética. Una vez que un agente o un gen nuevo es lanzado a un ecosistema no se puede recuperar: mutará el ecosistema. El número de variables a considerar es infinito, imposible de predecir, imposible de regular, y no hay vuelta atrás: una vez modificado un ecosistema la modificación  hecha no puede ser borrada. Un error mata a cientos de especies, muta a otras tantas… y el ser humano no vive fuera del ecosistema.

70. Escuchamos, y eminentes científic@s y tecnócratas nos advierten del peligro de la nanotecnología, de la robótica con Inteligencia Artificial, temiendo que en breve será completamente incontrolable. La tecnologización supone delegar más y más en las máquinas, si hoy las apagásemos nos moriríamos y nos sumergiríamos en el caos. Hoy, siendo sus am@s somos sus esclav@s, pero cuando la Inteligencia Artifical se desarrolle seremos de seguro, mucho más esclav@s.

71. Escuchamos, y eminentes científic@s nos advierten que la ingeniería genética acabará con el hombre tal y como lo conocemos, pues se le rediseñará un cuerpo biológico para intentar lograr el fracaso milenario de la domesticación: la adaptación al medio. Nos creará un cuerpo genético para adaptarnos al mundo nuevo que hayan rediseñado las nuevas máquinas. La sociedad humana es cada vez más impersonal y autoritaria, el cuerpo es la última cárcel a conquistar por la autoridad: la represión externa ahora, gracias a la ingeniería genética, estará acompañada de la represión biológica.

72. Estamos en la etapa donde la novela Un Mundo Feliz encuentra a 1984, Huxley a Orwell… y se quedan mudos. La última etapa de la Historia de la domesticación o la segunda de la libertad. A ti te toca mover la ficha hacia un futuro tecnocrático civilizado o creativo “primitivo”. 

__________________________________________

LA EREMITA HEREJE

 

“En ti vive todavía lo irredento de mi juventud; y como vida y juventud estás ahí sentada, llena de esperanzas, sobre amarillas ruinas de sepulcros.

Sí, todavía eres tú lo que reduce a escombros todos los sepulcros: ¡salud a ti, voluntad mía! Y sólo donde hay sepulcros hay redenciones.- Así cantó Zaratustra.” Friedrich Nietzsche

 

73. En lejano lugar, apartado de la civilización por pedregosas montañas, por salvajes bosques de verde frondosidad, y por inquietos y juguetones ríos azules de verdes centelleos, vivía una mujer.

74. Ella era conocida en toda la comarca con el nombre de la Eremita Hereje. Había quien pensaba que era una bruja que había huido a su recóndito escondrijo, escapando de las garras inquisitoriales, y que desde las alturas de la montaña seguía haciendo sortilegios contra sus enemigos. Otros aseguraban que era un demonio que por los siglos había vivido allí, que había nacido en las profundidades de las raíces de una secuoya muerta,  y la había amamantado una loba, y que quien se acercaba a sus dominios perdía todo su uso de razón pues el bosque había sido encantado.

75. Otros, los pocos, no creían nada de esto, considerándolo una vulgar superstición popular. Solían ser gentes que venían de lejos buscando la sabiduría y la tranquilidad que de ella emanaba, según cantaban ciertos juglares que juraban haberla visto, y vendían amuletos que ella misma había bendito.

76. Un día que la misteriosa mujer estaba cortando leña para hacer una fogata, apareció entre los helechos que bañaban los pies de los árboles uno de estos viajeros.

77. El viajero se presentó. El viajero era un hombre entrado en años y de aspecto venerable, que al parecer era un reconocido sabio en la ciudad de donde venía. El viajero habló a la mujer con la segura tranquilidad del que se cree en posesión de toda verdad, y le dijo: “Vengo a usted porque donde yo vivo la bondad humana parece haber desaparecido, como si un malvado duende la hubiese secuestrado. Los príncipes se disputan territorios y riquezas, sólo para aumentar su ego, mandando sin piedad a sus pueblos a morir a las más cruentas guerras. Los hombres de palacio conspiran los unos contra los otros, para estar más cerca del trono, por codicia, gastando el heraldo público en cortesanas y fiestas, mientras la gente no tiene para comer.” El viajero calló, y bajó la cabeza apenado por el recuerdo esperando alguna respuesta de la mujer, pero ella siguió cortando a hachazos la leña. El viajero, desconcertado prosiguió: “Los vicios, la corrupción y la inmundicia son de igual modo los que imperan en el pueblo. La gente sólo mira para sus propios ombligos, sin importarles el vecino. Trabajan de sol a sol, y se pisan los unos a los otros solo por conseguir unas monedas más, mientras la putrefacción se adueña de la urbe y la gente cae enferma por esta pestilencia que nadie quiera curar. ¡Oh, amiga mía! He venido para que me dé consejo. Dicen que es usted una especie de sabia santa. Dígame pues, no se haga más de rogar. ¿Qué puedo hacer para inculcar a mis vecinos, aunque sea un poco, el altruismo y la compasión con la que la providencia la ha bendito, mi señora?.

78. La mujer al oír esto dejó su tarea. Clavó el hacha en el suelo. Se secó el sudor que grácil se deslizaba por su frente. Y apoyándose en el palo de la herramienta se sentó junto al viajero, y le dijo: “Amigo mío, flaco favor es el que le quieres hacer a tus vecinos intentándoles volver altruistas y compasivos. De todas maneras vienes al sitio equivocado si lo que quieres es encontrar aunque sea una pizca de altruismo o compasión. Nosotros no gustamos de vejar a nadie, querido amigo, de la misma manera que no queremos que nadie nos agravie.”

79. Turbado por la inesperada respuesta el viajero le contestó. “Eso último me parece muy sabio. Pero hay dos cosas que no entiendo bien… usted a dicho nosotros…” “Nosotros he dicho”- rió la mujer- “no se habrá creído las fábulas de la eremita de los bosques” –y cuando decía esto salían tres hombres y una mujer de la gran cabaña de madera frente a la cual estaban charlando.” El viajero pareció desencantado con tal circunstancia, como si hubiese perdido para él un halo exótico en busca del cual había caminado, por jornadas, día y noche. Entre dientes, como refunfuñando, inquisidoramente empezó a decir “Entonces lo de la Eremita Hereje…” Los contertulios rompieron en carcajadas, sin mala fe. La mujer puso su mano sobre el hombro del viajero y cándidamente explicó: “No puede usted hacer caso de los rumores de las gentes. Lo siento si le he defraudado. No he sido yo la que me he puesto ese ridículo nombre, de hecho no me he puesto jamás nombre alguno. No, ni soy una ermitaña, ni soy una asceta ni nada de eso, de hecho no hay nada que más me guste que el gozar y la compañía humana… No veo porqué nadie querría privarse del contacto carnal, de la conversación sencilla con otras personas, o la convivencia con quien amas.”

80. El viajero, alarmado, se echó para atrás librándose de la mano que le tendía la mujer, e indignado preguntó repitiendo las palabras de la mujer: “¿Quiere usted decir que usted ama a los cuatro… carnalmente”. Sobraron palabras para la contestación. El viajero se enrojeció, y la sensación de vergüenza le hizo arder en cólera. “Ahora veo que los rumores populares eran ciertos, es usted una bruja, una libertina. Yo he venido aquí engañado. Le he venido a hablar de la trágica situación de mi ciudad, pero veo que ustedes aun son más depravados, pues además de libertinos se mofan de los sentimientos más elevados del ser humano: el altruismo y la compasión. ¡Oh, sí! Estaban bien en lo cierto quienes la pintaban como un ser salido de los avernos. No tengo más que hacer aquí. Pero dígame, sólo por curiosidad, ¿cómo pueden ustedes estar orgullosos de no tener una pizca de compasión y altruismo?

81. La mujer ante tal avalancha de palabras y descalificaciones perdió la sonrisa. Sus ojos se volvieron resplandecientes y pícaros, y contestó lo que sigue. “Amigo mío, usted quiere saber porqué hemos renegado de la compasión y del altruismo, pero yo ya se lo he dicho. Nosotros no gustamos de menospreciar a nadie. Es por eso que no nos compadecemos de nadie. Cuando un amigo sufre nos duele a nosotros, pues en nuestro extremo egoísmo no nos gusta ver sufrir a la gente. Nosotros sentimos por los demás al identificarnos con ellos y su dolor, no los compadecemos desde una distante posición, y menos aun les denigramos y menospreciamos con limosnas piadosas y compasivas, sino que les damos lo que es suyo o lo que queremos. Es así que cuando un amigo cae enfermo los demás le cuidan para que sane cuanto antes porque no nos gusta ver sufrir y porque así queremos ser pagados por nuestros iguales si nosotros caemos enfermos. Ustedes, en cambio, lo hacen como si fuese un favor o una obligación social, o divina, que al fin y al cabo es lo mismo. Mandan al enfermo o al viejo lejos de ustedes porque no aguantan verlo sufrir, porque se sienten culpables, porque no pueden compartir su dolor. Ustedes pagan a otros para que cuiden al que no puede cuidar de sí y de está forma alivian su remordimiento, por haber sido compasivos, altruistas… Ustedes dan al mendigo la limosna de su altruismo, compasión y generosidad, que no es más que un despreciable instinto de superioridad, porque ustedes gustan de mirar por encima del hombro: por eso su príncipe manda al pueblo a morir a la guerra, por eso los hombres de palacio conspiran, el pueblo pisa cabezas y se arrodilla por unas monedas… Por eso usted ha venido aquí a buscarme. Porque usted antes de venir estaba ya convencido de estar en posesión de la verdad, y era para usted un premio que yo le diese la razón a sus teorías. Es por eso que usted está ahora de pie, inquieto y molesto, porque usted ha visto que mi realidad nada tiene que ver con la suya, y de hecho la pone en tela de juicio.”

82. La mujer paró un momento, se levantó, arrancó el hacha del suelo, y con ella entre las manos extendió los brazos ofreciéndosela al viajero, al tiempo que le decía: “Amigo mío, me preguntó que es lo que creo que debería hacer. Pues, si quiere consejo este es el único que puedo darle. Coja usted el hacha y destroce en mil pedazos el tronco muerto de su cultura, pues lo mejor que usted y sus conciudadanos pueden hacer es destrozar todas las instituciones y valores que mantienen sobre sus espaldas el árbol muerto, y una vez despiezadas haced una hoguera con ellas, para que pueda volar un nuevo ave fénix.”

83. El viajero ante tales argumentos se enfureció, rechazó el hacha, les dio la espalda y volvió a su ciudad. Diciendo a su vuelta a todo el mundo que era cierto, la Eremita Hereje era una demonio amamantado por una loba, y que él había logrado salir con vida por suerte, pues ella había intentado matarle a machazos y tirarlo en una hoguera.

84. El rumor circuló rápido como pólvora por la ciudad. Y todos maldecían a la Eremita Hereje. Pero esta situación no duró mucho, pues no tardó mucho en llegar el ataque de un rey más fuerte y avaro a esta ciudad, y todos sucumbieron.

__________________________________________

SALVAJES HASTA MORIR

 

“Cuando los individuos están sometidos a una mecanización social que cubre todos los ámbitos y la propia biosfera se encuentra en peligro, lo que se impone es un conservadurismo más neolítico. Conservar el sol y el espacio, la naturaleza animal, la comunidad primigenia, la curiosidad experimental.” P.Goodman

“Las mismas sobriedad y sencillez de la vida del hombre en la Edad Primitiva abonan lo que digo, o por lo menos, denotan que aquél no era más que un transeúnte en la naturaleza, y que una vez reparadas las fuerzas con alimento y descanso, ponía su vista nuevamente en el camino. Habitó este mundo como si fuera una tienda de campaña, enhebrando valles, cruzando llanuras y escalando montañas. Pero ¡ay! Los hombres se han convertido en herramientas de sus propias herramientas. Aquél que con total libertad tomaba el fruto del árbol para calmar su hambre se ha vuelto agricultor; y el que se acogía al árbol en busca de refugio cuenta hoy con una casa. Hemos dejado la acampada de pernocta para fijarnos en la tierra olvidando el cielo. Hemos adoptado el cristianismo como si se tratara simplemente  de una forma mejorada de agri-cultura. Así, hemos edificado una mansión para este mundo y una tumba acorde para el otro. Las mejores obras de arte son la expresión de la lucha del hombre por liberarse de su condición.” H.D. Thoreau

 

85. No queremos el Paraíso, ¡eso sería un infierno! Nada nos gustan esos sueños sucedáneos tecno-cristianos de paraísos postrevolucionarios por venir, ya sean marxistas o anarquistas. Nada nos gustan los lloros trastocados ideológicamente de la mayoría de las religiones a un supuesto Paraíso pretérito dejado atrás. Nada queremos una sociedad donde todo sea opulencia, paz, armonía y pájaros cantando loas a sociedades de human@s honrad@s, buen@s y solidario-piados@s. 

86. Nosotr@s sólo queremos ser SALVAJES, y nada más. No nos hace falta una regla para medir el cambio, ni un arquitecto que nos defina el nuevo Leviatán político con sus derechos / obligaciones, comités, parlamentos y demás. No necesitamos ni queremos chamán alguno que nos intente atrapar en su religión con su retórica. Nada de eso: ¡Ningún poder a los soviets! ¡Ningún mercado, libre ni esclavo! ¡Ninguna imaginación al Poder! ¡Ningún poder imaginándose!

87. Estamos hart@s, aburrid@s, hastiad@s de toda esa casta política con sus conspiraciones, sus paranoias persecutorias, sus estrategias cual captación de mercados, sus artimañas, sus líderes y jefes observando desde lo alto… ¡Ya basta! Tod@s son lo mismo: TEÓLOGOS. Hijos del primer chamán que dijo “yo entiendo lo imperceptible y hablo lo inefable. Arrodillaros ante la Verdad del Gran Misterio. Pues yo os salvaré!”

88. NO. Lo que queremos es desteologizar la vida entera. ¡Los dioses han muerto! ¡Que empiece la libertad!

89. La vida que queremos no es una vida donde reine la PAZ: nada más aburrido. Queremos vivir el conflicto permanente que significa estar vivo, pensando y actuando. Sólo de esta manera se evitará la neurosis de la PAZ que conlleva siempre la GUERRA. ¡Ningún instinto reprimido! Pues sino la represión de ellos nos llevará a mutilar nuestro cuerpo y mente, y actuar con el rencor del que se ha dejado mutilar.

90. Queremos una vida donde ningún viejo baje de la montaña con las cantinelas podridas vueltas ley, escritas en regia piedra. Cada un@ un@ es, y cada relación es peculiar y distinta. Que se acabe el homogenizar ¡Muerte a la diosa Justitia!.

91. No queremos “otro mundo posible” o “imposible”, queremos este. Queremos, otra vez, vivir este mundo, aquí y ahora. Este es el planeta que queremos no otro. Y en él queremos vivir de la única manera que podemos hacerlo para ser felices: EGOÍSTAMENTE. Sólo aceptándonos a nosotr@s mism@s con lo que somos, sin divinizarnos ni intentar amoldarnos a la Realidad de l@s Normales, podremos ser felices. Debemos conocernos y aceptar que buscamos nuestro propio goce, y que eso no tiene nada de malo: que lo único malo es el autosacrificio que nos quiere imponer el cristiano, el islámico, el demócrata, el comunista, el budista… Clavamos la espada en la cruz para troncharla por la mitad, y que de la primera hendidura se purguen al aire limpio las mentiras que quieren encorsetar nuestra libertad: altruismo, piedad, humildad… miedo. ¡Nada de eso! Esos han sido los ancestrales conceptos con los que el primer chamán se sirvió para domesticar a la tribu, domesticándose a sí mismo, domesticando la natura. Para luego convertir a la mujer en cosa, a la naturaleza en cosa, a la supervivencia en cosa, hasta, vuelto todo cosa, la vida entera queda convertida en un simple objeto con el que mercadear.

92. No. Nuestros valores son la antípoda de Jehová y Satanás. Nuestros valores son los instintos. Arrancar las cadenas que los atrapan al nacer en cada individuo es nuestra prioritaria tarea de deconstrucción. Porque una vez liberad@s no hará falta la limosnera piedad pues no haremos nada de nadie, por lo que a nadie se le hurtará. No hará falta la cínica compasión porque al sentirnos nosotr@s mism@s bien entenderemos quien o qué esté a nuestro alrededor, y nada trataremos de inferior, mas que la humildemente humillante compasión. Y no hará falta por nunca jamás el peor de los castigos: el altruismo, o lo que es lo mismo el vivir para, porque la única forma de ayudar no es vivir para los demás, pues nada ayuda condenarse a sí mismo, sino que sólo viviendo para un@ se puede ayudar a l@s demás. Sólo eres capaz de amar algo o a alguien de verdad cuando te amas a ti mismo. Cuanto más te ames más podrás amar… y odiar. Compasión, piedad, altruismo, humildad, sólo son síntomas de una terrible enfermedad: el menosprecio a sí mismo, que sólo puede llevar a menospreciar a l@s demás, encubriendo el menosprecio por lo políticamente correcto –e insidioso- de estos valores.

93. Queremos, en definitiva, REBROTAR. Queremos retomar el camino dejado al nacer, deconstruir la socialización maquinal que nos ha forjado reprimiendo nuestro instintos.

94. Nuestra alternativa no es la panacea. No tiene organización racional de nada, ni comités que gestionen la vida, ni políticas que la administren, ni tesorerías que la cuantifiquen, fetichicen y valoren.

95. Ninguna presa al río. Nada que interrumpa el fluir de la libertad instintiva.

__________________________________________

MASA Y TECNOLOGÍA

 

“La esclavitud a la tecnología, es decir, la división del trabajo, es el barbarismo de los tiempo modernos.”

“¿Cuánta división del trabajo debemos tirar por la borda?, la respuesta más lógica en mi opinión es, ¿cuánta plenitud queremos para nosotr@s y el planeta?” J.Zerzan

 

96. La palabra tecnología, en esta sociedad, sólo se escucha cuando nos narran sus avances, lo que puede arreglar, lo bien que nos va a hacer vivir. Nunca se pone en cuestión el progreso, si sería bueno destecnologizarse, si realmente la tecnología arregla algo que no haya estropeado antes… A lo más que se llega es a una crítica pseudoprofunda en dos aspectos: el acceso a la tecnología y su control.

97. El acceso discriminatorio a los aparatos tecnológicos y el conocimiento tecnológico crea o reproduce desigualdades sociales fragrantes, a la par que permite controlar y manipular a la gran masa la minoría tecnocrática.

98. El descontrol de la tecnología que implica el capitalismo nos amenaza con destrozar el planeta, exterminarnos como especie, o a depender cada vez de las máquinas, rediseñando estas nuestras vidas e infraestructuras, sólo augurándonos un futuro de sociedad desquiciadamente maquinal, ultracompleja y masiva; para adaptarse a esto la ingeniería genética intentará crearnos un cuerpo genético más acorde…

99. Pero lo realmente preocupante de esto es que no es un mero problema de descontrol o desigualdad de acceso. Dos son las preguntas que debiéramos hacernos ¿Qué relación hay realmente entre tecnología y felicidad? ¿Qué vida queremos, cuales son nuestras prioridades, y en qué lugar deja esto a la tecnología?

100. Vivimos en una Sociedad de Masas no de individuos, de rebaño. En una Sociedad de Masas no hay control posible de la tecnología; ya se gestione esta sociedad capitalista, bolchevique o anarquistamente.  La sociedad de masas lleva implícita la alineación, es inextirpable. En las sociedad de masas lo que funciona es el comportamiento de masas. Cuando este sistema insostenible se colapse todos huirán como tal, como burgueses huyendo pisándose l@s un@s a l@s otr@s escapando de las llamas del Liceo. Y esto porque la masa no puede pensar cuanto tiempo tiene para salir del incendio, cuanto espacio hay, como se debería salir… simplemente la masa sigue a la masa; es el pez muerto que arrastra la corriente.

101. Pero esto sólo sucede en momentos de caos. En momentos de “orden” –los más- la masa es más bien el galgo que corre tras el conejo mecánico en las apuestas.  Los directores del evento sería la Tecnocracia, los apostadores los economicistas, y el conejo mecánico sería el camelo del “Progreso” tecnológico.

102. La Sociedad de Masas jamás controlará la tecnología. En ella el individuo se encuentra como el creyente en las catedrales enormes del siglo XVI: insignificante, impotente. La Sociedad de Masas crea fatalmente un individuo deslumbrado por el gigantismo organizativo; un individuo tendente a bajar la cabeza, encerrarse en su grupúsculo, pero luchando con uñas y dientes por su parcela de poder (la invulnerabilidad de su casa, el reino dentro de su coche,  puestos políticos en asociaciones vecinales, sindicales o políticas) actuando dentro de las diferentes ruedas de la Sociedad de Masas, sin jamás acercarse al corazón de la misma.

103. La Sociedad de Masas con la hipertecnologización contribuyen a aumentar ese sentimiento de impotencia frente a la complejo. Crea un individuo anti-libre; sin autonomía. Hoy en día somos animales domésticos, domesticad@s, como l@s perr@s. Aún tiene más posibilidades el perro de sobrevivir si es abandonado en la cuneta. Nosotr@s nos hemos divorciado y enfrentado con nuestro entorno biosferal. Si se desconectasen las máquinas nos moriríamos; no sabríamos como comer, encontrar o hacer cobijo, etc.

104. La psico-logia nos dice que nuestra infelicidad es problema nuestro (por no amoldarnos al engranaje); los revolucionarios económicos lo atribuyen a la desigualdad social. Todos se olvidan del papel clave que desempeñan la tecnología y la masificación, y la ruptura con nuestro lado salvaje, indómito, instintivo y sensual.

105. Algo hay que hacer. Vivimos en la sociedad de l@s impotentes. Nos hace falta inyectarnos el síndrome de David, y así derribar a nuestros goliats internos, que crean y sostienen a los externos.

106. Debemos emprender una lucha apuntando a los puntos clave del Sistema, ni a los brazos ni a las piernas, al cerebro y corazón, sin malgastar golpes.

107. Este sistema es insostenible. En el 2020 seremos 8.000 millones de personas sobre la Tierra. Habrá guerras por el hambre, por el agua, por la humillación, por el poder. Habrá tecnología de destrucción masiva que deje en ridículo la bomba H. Habrá ejércitos viriales y no humanos, no hará falta generales ni tanques ni soldados, para matar a las masas: bastará un pequeño laboratorio y una pequeña organización. Y, de tod@s modos, si no nos matamos directamente l@s un@s a l@s otr@s nos destrozará nuestra kamikaze destrucción de la ecología, con nuestra desertización, deforestación, cientos de millones de automóviles, industria… Estamos en guerra contra nosotr@s mism@s y todo el planeta, y esto tiene que acabar.

107. La calma es propaganda del sistema. Esto va estallar, y ¿tú donde vas a estar?. Ya no es tiempo de quejas, o luchas o callas.

__________________________________________

GOLPES, AL OJO DE GOLIAT!

 

“Si hubieseis puesto más fuego a vuestros versos o vuestros versos al fuego, no padeceríamos este frío invierno.” Voltaire

 

108. Todo lo dicho hasta aquí no es más que filosofía en formato panfleto. Simplista. Tal vez demasiado negra, oscura.

109. Pero todo lo dicho hasta aquí nos inspira a movernos en la práctica. Las palabras nos confunden, no obstante ¡Qué ninguna palabra se pierda en el vacío de la filosofía! Reclamos el “derecho” a poder equivocarnos.

110. Abogamos por la transformación radical de nuestras vidas. RADICALES. Pensamos que es mucho más fácil la revolución que la reforma y, por supuesto, más eficaz y divertida.

111. La reforma hacia posturas antisistémicas es inviable. Se pueden conseguir pequeñas leyes que realmente mejoren la situación de un@s cuant@s -much@s o poc@s- pero con el cambio de aires, cuando la presión social se desvanezca, el sistema las echará abajo, encontrándonos entonces sin los logros por lo cual tanto se habría tenido que luchar y en un fase de consolidación del nuevo modelo tecno-económico más avanzado. Es decir, peor que antes. Por otra parte ninguna reforma es viable si no entra dentro de los valores del sistema. Cualquier reivindicación que transgreda esos cánones de valores jamás tendrá cabida en la reforma, y esto por dos motivos: los reformistas lo son porque piensan dentro de la misma forma de valoración que el sistema –de ahí que no entiendan que la revolución es más fácil, viable, asequible. Y, en segundo lugar, porque ninguna reivindicación fuera de los valores del sistema puede llevarse a cabo de forma reformista, pues ningún valor antitético puede ser realizado desde las instituciones y formas de actuación que son parte del código de valores del sistema que reproducen. Hay gente que tal vez piense que esto no es así, y piense que, por ejemplo, la explotación económica es uno de los valores del sistema, y que esta se puede reducir reformistamente. Pero reducir no significa suprimir. El valor continua, y como hemos dicho cuando se calme el ambiente volverá con igual o mayor fuerza(ejemplo: el siglo XX y la sucesión: Neoliberalismo-“Estado de bienestar”-Neoliberalismo actual). No obstante, el acabar con la explotación no sería viable dentro de las instituciones actuales. No tendría cabida ni las empresas y la forma de organización social estatal, que, en sus definiciones está la propia explotación. De todas maneras, la explotación, lo económico, no es, ni de lejos el mayor problema pues no es más que una consecuencia de la Realidad que aquí pretendemos derrocar, y en esa realidad está inmersa la Reforma: la Reforma es la vía de escape del descontento que sostiene y de la que se sirve el Espectáculo, para así, jamás estar en peligro. Perpetuarse.

112. La revolución la consideramos la único vía, pero una revolución muy particular. NO QUEREMOS UNA REVOLUCIÓN DE MASAS. Con ella sólo se conseguiría otra Sociedad  de Masas. Debemos pensar y luchar en contraposición con los valores del Sistema, de esta forma la lucha no puede ser autoritaria ni gigantista –dos de las premisas del sistema. Si hay gigantismo hay autoridad, y si hay autoridad, antes o después hay gigantismo; tal afirmación la historia la avala.

113. Hemos dividido la historia anteriormente en cuatro estadios. El primero es el libre –antes de la civilización y la aparición de las primeras formas paraestatales primitivas. Los otros tres componen el camino de la antilibertad. Ninguna de las tres etapas (domesticación, maquinización de la sociedad y maquinización del individuo) son procesos muertos. Siguen activos. Y cada minuto que pasa la lucha se hace más difícil, el sistema se expande y consolida y se anda un paso más hacia el precipicio.

114. Si no luchamos ahora más adelante no podremos. Quien se comporte “incorrectamente” en una manifestación será identificado en el momento que lo haga por sus morfologías o su genética mediante cámaras o por chips incrustados; quien quiera luchar en la clandestinidad no podrá pues ella no existirá, siempre estará el Gran Hermano con sus cien ojos encima. Y antes de ponerse a luchar: los métodos de persuasión ideológicos (televisión, etc.) serán mejorados y estarán acompañados ya no sólo de las drogas anti-revuelta (Tranquimacín, heroína, alcohol, etc.) sino que ahora se usarán también los métodos de persuasión biológicos. Modificación genética para no ser agresiv@s, para no ser temerari@s (para tener miedo), para no ser “infelices” (es decir, inadaptad@s, para ser conformistas), etc., etc. Nada de esto es ciencia ficción, se está investigando y experimentando. La clonación es la menos sangrante de las caras de la biotecnología.

115. El panóptico se autoperfecciona. La tecnología avanza. Si no luchamos por y con medios y valores antagónicos cualquier revolución triunfante se servirá de esta tecnología que, no nos engañemos, no es gestionable, pues en sí esta es tecnología de gestión, es decir, tecnología creada para gestionarnos a nosotr@s. Cada vez somos más y más esclavos de nuestras “herramientas”. Si la revolución no rompe con la camicace Realidad está se consolidará, por más que se invoque al CHE, independientemente del color de las banderas.

116. De todo esto sacamos tres conclusiones:

a) La única alternativa es la revolución, la reforma es estéril, una pantalla más del Espectáculo, una cortina de humo, pan y circo. La revolución, además debe ser una sucesión de situaciones, distintas y divergentes, insurreccionales. Sin organización centralizada, mediante grupos pequeños –flexibles, versátiles, sin el escleriotismo innato a los modos federales, y sin la anti-individualidad que supone cualquier forma de gigantismo. La relación de los grupos insurreccionales debe ser horizontal –cuando sea necesaria dicha relación-, y sin compromiso  -sin coordinadoras con asambleas que lo que suponen es una homogenización mediante el consenso: si hay una causa debemos luchar por ella, bajo un eslogan y no unas siglas, cada un@ a su manera, coincidiendo en las acciones que se quieran coincidir y pudiendo desmarcarse de las que no se quieran realizar.

b) Debemos atacar los puntos débiles del sistema, sus órganos vitales: buscar la eficiencia de nuestros golpes, ideológicos y materiales. Debemos combatir la política, la división del trabajo (¡El trabajo en sí mismo!), la tecnología más peligrosa (nanotecnología, ingeniería genética, informática)… Atacar los puntos sin los cuales el sistema no podría funcionar: sin política no hay Sociedad de Masas (reificación del individuo en lo social) posible; sin división del trabajo no hay explotación posible, así como sin trabajo no hay capital posible; sin informática el sistema se caería a pedazos, sin nanotecnología e ingeniería genética la Tercera Fase de la Historia no se puede consolidar.

c) Debemos luchar ya, pues ahora es necesario, el mal lo sentimos en el presente, y, además, cada minuto que pasa la lucha se hace más difícil, gracias a la tecnologización.

117. Concluyendo. Tenemos ante nosotr@s dos alternativas: dejar que se consolide la Tercera etapa de la historia humana de la anti-libertad, la más brutal y definitiva, o podemos luchar por iniciar la Segunda etapa de la Historia humana de la libertad, dejada atrás haces milenios de los cuales mucho podemos aprender y utilizar. No se trata de volver a las cavernas ni renegar de toda tecnología siquiera, pero sí de entendernos de una forma ecológica, soterrar la moral siempre religiosa por la vida instintiva, y descentralizar la Sociedad de Masas y el Sistema Tecno-económico hasta que el quehacer humano ya no pueda ser considerado un trabajo (autoinmolación), y nuestras herramientas sean eso, herramientas, y nada con vida (humano o no humano) vuelve a ser reificado, vuelto cosa, usado como herramienta.

 

Hasta ser libres y salvajes,

Condenad@s a luchar,

Escrito por Re-evolución!,  Iniciativa Antijerárquica Verde de Coruña

Anticivilizacion.cjb.net

__________________________________________

FINAL… O PRINCIPIO

 

De ti depende

____________________
Fuente: Internet

DESDE E.T.P.: ALGUNAS PALABRAS DE INSTINTO SALVAJE

DESDE E.T.P.: ALGUNAS PALABRAS DE INSTINTO SALVAJE

 

El proyecto Instinto Salvaje, partió como un espacio de contrainformación anarquista, nihilista y antiautoritario, apostamos por la anarquía aquí y ahora. Apostamos por el ataque a toda forma de dominación y en sus más variadas formas, en este caso con la información respecto a las acciones, al conocimiento y al proceso de autoeducación como antagonistas a todo forma de construcción societal que desarrolla un nuevo Estado de dominación.

Apostamos por la desconstrucción y construcción de conocimiento de manera colectiva con compañerxs afines y personas ajenas a nuestro posicionamiento. El abanico de posicionamientos y visiones de la idea anarquista es muy amplia, por lo cual pensamos que es necesario dar pie a la discusión y no convertirnos en autómatas o meros reproductores de discursos y acciones basadas en una afinidad del fetichismo de una figura antiautoritaria o la pólvora.

Nuestro posicionamiento es claro como proyecto contrainformativo, es un espacio abierto para todxs lxs compañerxs anarquistas, nihilistas y antiautoritarios. No dudaremos en solidarizar con todxs lxs prisionerxs políticxs que se identifiquen con las ideas y praxis que apuestan por la destrucción de toda forma de autoridad.

Ahora bien queremos dejar en claro las distintas aristas de este proyecto:

Noticias: Se subirá toda la información de índole anarquista y afines, realizando a la vez, traducciones al español de noticias de distintas regiones del mundo.

Comunicados: Se subirán los comunicados de compañerxs en prisión, proyectos anárquicos y afines y de acciones.

Memoria: Se irán elaborando distintos escritos que aporten para la construcción de nuestra historia que se ha silenciado por tantos años. La historiografía anarquista y nihilista, está muy nutrida de experiencias de compañerxs a nivel individual u organizativa que son necesarios ahora más que nunca darlos a conocer frente a los procesos de construcción de proyectos antiautoritarios y la reformulación de los contextos sociales a nivel global enmarcados al capitalismo, teniendo como consecuencia la persecución de los que han decidido pasar a la ofensiva contra la autoridad en sus distintos espacios de luchas.

Archivo Histórico: Se subirán todos los documentos a los cuales se tengan acceso, sin importar en el idioma que este se encuentre, ya sea cartas de compañerxs, comunicados, periódicos, llamamientos, etc.

Videoteca: Se subirán documentales, películas, cortos y noticias a nivel global respecto al anarquismo, nihilismo y antiautoritarismo.

Biblioteca: Se construirá con libros que se encuentran en formato digital, al igual que publicaciones (periódicos y revistas) que en la actualidad estén en difusión y sigan en vigencia como proyecto. Si una publicación no continúa pasarán al archivo histórico.

Comentarios: Todos los comentarios serán recibidos, pero no publicados si se busca establecer una discusión respecto a noticias, presxs o cualquier documento publicado, los invitamos a desarrollar un escrito estableciendo su postura, posicionamiento y opinión respecto al tema que le interesa. Lo lamentamos por lxs solidarixs que dejan sus palabras de aliento para algún compañerx en prisión, pero buscamos romper con la lógica de vómito intelectual o la arenga de alguna iglesia o ghetto “antiautoritaria”.

Derechos de Autor: Encontramos necesario el citar de donde se saca la información a la hora de publicar temas como reivindicaciones, asociaciones, muerte de algún compañero o compañera, pero que esto se convierta como una norma única a la hora de llevar a cabo una publicación no estamos de acuerdo por el simple hecho de que cada proyecto lo levanta un compañero o compañera de manera anónima y responsable y de que si existe algún error en la traducción o de la información, se espera que las individualidades que revisan las web y cuenten con la información correcta, envíen un correo para apoyar el proyecto contrainformativo, para no caer en los problemas de errar en la información y tampoco se llegue a la soberbia de exigir los derechos de autor o copyright

Correos: Responderemos todos los correos que se nos envíen creando diálogos con compañerxs que les interese entablar una relación de autoeducación mutua (compartir conocimiento para crecer juntxs en el proceso). Dejamos en claro que si algún compañerx no tiene a disposición correos de servidores seguros (Riseup, Autistici/Inventati, etc) NO se responderá desde el correo de la página sino de servidores de correo temporal Guerrilla-Mail.

Prensa: No aceptamos entrevistas a ningún medio de prensa, ya que los consideramos nuestrxs enemigxs y nuestras acciones llevadas a cabo en las calles son la mejor respuesta a sus dudas.

Traducción: se realizará la traducción al español de todas las noticias y documentación de discusión. No somos profesionales en dicha labor, por lo cual si encuentran algunos errores les solicitamos que nos lo hagan saber. Se apoyará cualquier necesidad de traducción para propaganda, publicaciones, etc.

Dejando ya en claro nuestro posicionamiento como INSTINTO SALVAJE, hacemos un llamado a que solidaricen con este proyecto de manera que podamos cumplir con lo antes mencionado, si cuentan con materiales para su difusión tanto noticias, comunicados, escritos históricos o todo lo que ustedes piensen que sirva para la construcción de este proyecto no duden en enviarlos, y así en conjunto poder levantar un espacio de ideas contra toda forma de dominación.

Sin más que mencionar y esperando aportar de una u otra forma a la destrucción de toda forma de autoridad y por la consecución de la Anarquía nos despedimos.

Instinto Salvaje
www.instintosalvaje.entodaspartes.net

EL TÚNEL ADELANTE – Alice Glasser

El piso del Topolino estaba cubierto de arena. Tom tenía también arena en los pantalones y entre los dedos de los pies.

«Maldita sea —pensó—, han construido aquí una carretera de seis pistas que va directamente al océano, una plataforma giratoria con capacidad para trescientos coches que facilita el tránsito en la playa, todo eficiente, organizado, mecanizado y amable, y he aquí el resultado: arena. Y dentro del coche, a pesar del aire acondicionado, el olor acre de las salinas quemadas por el sol.»

Los músculos le dolían entumecidos como de costumbre. Acarició inútilmente el volante, deseando tener algo que hacer, lamentando que el coche fuese tan pequeño, y en seguida se sintió avergonzado. Esos sentimientos eran antisociales. Por supuesto, nada tenía que hacer, pues la carretera estaba funcionando en forma automática, como todas. Así era la ley. Y aunque viajaba tan encogido que las rodillas le tocaban casi el mentón, y el techo del coche le apretaba la nuca como la tapa de una caja, y sus cuatro hijos amontonados en el asiento trasero parecían aspirarle el cuello de la camisa… bueno, era inevitable y, además, el Topolino tenía dos metros de largo como indicaba la ley. No había por qué quejarse.

Por otra parte, no había sido un mal día al fin y al cabo. Cinco horas para recorrer sesenta kilómetros hasta la playa y luego, por supuesto, un par de horas esperando en fila en la playa a que les llegara el turno para meterse en el mar. Estaban tardando un poco más en el viaje de vuelta, como siempre. No se podía saber tampoco qué ocurriría en el Túnel. Estarían otra vez en casa a eso de las diez, quizá. No demasiado tarde.

«Un modo tan bueno como cualquier otro para matar el ocio», pensó. A veces sobraba ocio para matar, realmente.

Jeannie, sentada a su lado, miraba por la ventanilla. Se había recogido el pelo en la nuca —un pelo casi tan rubio como el de los niños— y aunque estaba embarazada otra vez no parecía mucho más vieja que hacía diez años. Pero había dejado de tejer y pensaba ahora en el Túnel. Tom siempre se daba cuenta.

—¡Ay!

Algo golpeó la nuca de Tom, que se dobló hacia adelante tropezando con el parabrisas.

—¡Eh!

Se volvió a medias y lanzó un manotazo a la pala que la pequeña Pattie, de cuatro años, blandía en ese momento.

—Nadé —anunció Pattie, con los ojos azules muy abiertos—. Nadé bien y no tropecé a ninguno.

—Con ninguno —corrigió Tom.

Confiscó la pala, pensando cansadamente que «nadar» en esos días significaba «pisar agua». No había espacio para más en la atestada área de baño.

Jeannie se había vuelto también y miraba sonriendo a su hija, pero Tom meneó la cabeza.

—Ha llegado el momento —dijo brevemente.

Sabía que un paseo en coche aumentaba inevitablemente la tensión de los niños; lo sabía bien pues los veía a menudo, con tantos intervalos entre las horas de clases, entre las horas de juegos y aun entre las horas de su propio trabajo. Pero no les faltaría la educación apropiada. Al primer signo de extraversión, cortar por lo sano, ese era su lema. Se les evitaba así muchos daños futuros.

Jeannie se inclinó hacia adelante y apretó un botón del tablero. La gaveta de tranquilizantes salió y se abrió. Jeannie eligió una pastilla rosada, pero cuando se volvió, Pattie estaba ya apaciguada, con las manos en el regazo y los ojos fijos en la pantalla de TV del asiento trasero. Jeannie suspiró y deslizó la píldora en la boca entreabierta de la pequeña Pattie.

Los otros tres no hablaban desde hacía horas, tal como se esperaba. Jeannie les había servido un almuerzo apropiadamente pesado en el coche: proteínas sintéticas y un tazón caliente de la sopa de algas deshidratadas que había puesto en el termo. Además, todos habían tomado una dosis extra de tranquilizantes para el viaje. David, de seis años, que hacía un tiempo se resistía a abandonar su extraversión, estaba mirando la pantalla de TV y respiraba con dificultad. David era el primogénito, y había nacido en la cabina de partos del supermercado el 3 de abril del año 2100, a las ocho y treinta de la mañana. El mismo año en que la población de los Estados Unidos había llegado a los mil millones. Y era el quinto niño entre los que habían nacido aquella mañana en el supermercado. Las mellizas Susan y Pattie estaban sentadas muy derechas y miraban atentamente la pantalla; y el bebé, Betsy, de dos años, se había tumbado en el asiento y no tardaría en dormirse.

El coche avanzaba a quince kilómetros por hora, uno más en la fila de brillantes burbujas que se extendía como una cinta de caramelos a lo largo de la nueva carretera de Pulaski, iluminada por el sol poniente. La distancia entre los coches (que la ruta automática medía estrictamente) nunca cambiaba.

Tom sintió un dolor sordo en los ojos. Unos breves calambres le atenaceaban ahora los músculos. Le echó a Jeannie una mirada de disculpa, pues a ella no le gustaban los programas deportivos, y encendió la pantalla de TV del tablero. La tercera partida del campeonato mundial ya había comenzado. Malenkovsky con las rojas. Malenkovsky movió una pieza y se reclinó en la silla. Las cámaras enfocaron a Saito, con las negras. Iba a ser una buena partida de damas. Más movida que casi todas.

Estaban a menos de un kilómetro del Túnel cuando la fila de coches se detuvo de pronto. Durante un minuto Tom no dijo nada. Quizá había ocurrido un accidente, o quizá alguien había salido de la fila, pasando ilegalmente de automático a manual. Otro minuto más. Las manos de Jeannie apretaban tensamente la manta amarilla que estaba tejiendo.

Era evidente ahora que la detención se prolongaría. Jeannie miró las filas inmóviles de coches, frunciendo un poco el ceño.

—Me alegra que ocurra ahora. Esto aumenta nuestras probabilidades, ¿no es así?

La pregunta era retórica y Tom sintió la irritación habitual. Jeannie era una joven inteligente, pues si no él no la hubiese querido tanto. Pero no podía entender las leyes de las probabilidades. El Túnel se cerraba diez veces por semana, término medio. Los diez cierres podían sucederse con intervalos de segundos o en plazo de una hora. A veces no había ningún cierre en todo un día. Que hubiese ocurrido en este momento no modificaba nada.

—Alguna vez nos tocará a nosotros, Tom —dijo Jeannie pensativamente.

Tom se encogió de hombros sin responder. Podía ocurrir cualquier cosa en el futuro, pero ahora estaban a salvo, por lo menos durante media hora.

David estaba retorciéndose un poco, con cara de disculpa.

—¿Puedo salir, papá, si el Túnel está cerrado? Me duele.

Tom se mordió los labios. Entendía bien a los chicos, recordando los años en que su propio cuerpo crecía y crecía, y él no quería hacer otra cosa que correr, correr rápidamente, a cualquier parte. Los chicos, extravertidos, todos ellos. Quizá uno podía ir adelante de ese modo en el siglo veinte, cuando no había multitudes y sobraba el espacio, pero no ahora. David tendría que aprender a estarse quieto, como todos los demás.

David había comenzado a flexionar los músculos rítmicamente. Ejercicio pasivo, lo llamaban. Un nuevo pseudo deporte que no necesitaba espacio y era enseñado científicamente en los minutos de recreo. Tom observó con envidia a su hijo. Era magnífico disponer de tanta energía física, no teniendo que hacer cola para obtener una nueva ración de gimnasia.

—Papá, en serio, tengo que salir.

David se retorció otra vez en el asiento. Bueno, parecía que el chico decía la verdad. Tom miró por el parabrisas. Los miles de coches que estaban a la vista no se movían aún. Abrió la portezuela. David se deslizó rápidamente fuera del coche. Tom observó como el chico comenzaba a estirar los brazos por encima de la cabeza, liberado de la presión del techo y como en seguida se comportaba en forma decente adoptando el paso introvertido. Por suerte, había un retrete a pocos metros y la cola de gente era corta allí.

«Está creciendo», pensó Tom, sintiéndose descorazonado de pronto. Había estado rogando que el chico heredara la estatura baja de Jeannie, no su propio metro ochenta. Cuanto más espacio ocupaba uno, más difíciles eran las cosas que, por otra parte, empeoraban día a día. Tom había notado últimamente que la gente le ponía mala cara en la calle.

En el brillante Topolino azul que estaba detrás había una familia italiana, también con muchos chicos. Dos de ellos, al ver a David delante del retrete, salieron corriendo y se pusieron a la cola. El padre sonreía y, de pronto, se volvió hacia Tom, que apartó los ojos. Recordó haber visto como se pasaban en el coche una botella de agua muy cara, y toda la familia había empinado alegremente el codo como si el agua creciese en los árboles. Extravertidos, todos ellos. Era casi criminal que se les permitiera a esas gentes ir de este modo de aquí para allá, aumentando la incomodidad de todo el mundo. Ahora el padre había dejado también el coche. Tenía el pelo negro, rizado, y era rechoncho. Cuando vio que Tom lo miraba, sonrió ampliamente, señaló el Túnel y alzó los hombros como queriendo expresar una divertida resignación.

Tom tamborileó con los dedos en el volante. Los extraversos eran afortunados. Nunca parecían preocupados a propósito del Túnel. Tenían que sacar a los chicos fuera de la ciudad, de cuando en cuando, como todo el mundo. Para salir y para entrar había que pasar necesariamente por el Túnel, de modo que se encogían de hombros y pasaban. Además, ahora había tantas normas y reglas que era difícil discutirlas. Nadie podía oponerse al Consejo de la Ciudad. Los extraversos nunca temían el viaje como Jeannie, ni lo… Los dedos de Tom se cerraron rígidamente sobre el volante y trató de alejar el pensamiento que se le había ocurrido. Había estado a punto de decir que ni lo necesitaban como a él.

David salió del retrete y se deslizó otra vez en su asiento. Los coches habían empezado a moverse y poco después ya se arrastraban como antes.

A la izquierda de la carretera se extendía ahora la construcción que llamaban, en broma, la «montaña de las latas de cerveza». Hasta ahora no había nada allí excepto las pilas montañosas de ladrillos brillantes, los ladrillos de metal que en un tiempo habían sido recipientes de hojalata y que pronto se ordenarían en otra de las tan necesitadas casas de vivienda. Probablemente con cielos rasos todavía más bajos y paredes aún más delgadas. Tom parpadeó involuntariamente, pensando que en su casa, en una zona de residencias más antiguas, los cielos rasos eran tan bajos que él nunca podía estar de pie sin tener la cabeza inclinada. El espacio destinado a los hombres estaba reduciéndose, y todos los días un poco más.

En la llanura, a la derecha de la carretera, se extendían en hileras de kilómetros y kilómetros de edificios centelleantes, separados por estaciones de gasolina y parques de estacionamientos. Y más allá de esa llanura se alzaban los suburbios de Long Island, de pisos de cemento y atestados de rascacielos de alegres colores.

Aquí, ya más cerca de la ciudad, el aire tronaba con el ruido de las radios de transistores y los aparatos de TV. La intimidad y el silencio habían desaparecido de todas partes, por supuesto, pero éste era un barrio de clases bajas y el estruendo atravesaba aun las ventanillas cerradas del coche. Los inmensos edificios, de bloques de cemento y luces de neón, llegaban casi al borde de la carretera, con rampas entre ellos en todos los niveles. En esas rampas, construidas en un principio para los coches, se amontonaba ahora la gente que volvía de sus turnos de trabajo o de una visita a los mercados, o que entretenía simplemente las interminables horas de ocio. «Parecen todos bastante apáticos», pensó Tom. Nadie podía acusarlos en verdad. La vida material era tan segura que nadie hacía un trabajo que no fuese realmente necesario. Todos lo sabían. Los empleos de esa gente eran probablemente tan monótonos y fútiles como el suyo. Todo lo que él hacía era verificar columnas de números en un libro mayor y luego copiarlas en otro libro mayor. Mataba el tiempo, como los demás. No parecía que a esta gente le importara mucho.

Pero, mientras miraba, hubo de pronto un rápido forcejeo en la multitud, un breve estallido de violencia. El zapato de un hombre había roto el tacón de una mujer. La mujer se volvió y golpeó al hombre con el bolso de las compras, abriéndole una herida en la mejilla. El hombre contestó con un puñetazo al estómago de la mujer, que lanzó a su vez un puntapié. Un hombre que venía detrás se abrió paso entre ellos a codazos, con la cara distorsionada. La pareja se separó, murmurando entre dientes. La irritación se extendió, como ocurría de cuando en cuando, como si nadie esperara otra cosa que la oportunidad de descargar un golpe.

Jeannie había visto también el incidente. Ahogó un grito y apartó los ojos de la ventanilla, mirando a los niños que ahora dormían. Tom le acarició el pelo.

Un vasto rascacielos se alzaba ahora ante ellos: el cubo de paredes de vidrio de Manhattan. Unos rayos luminosos salían del edificio y se perdían en el crepúsculo. Los jardines, cuidadosamente planeados, eran manchas verdes en los noventa y ocho pisos de la unidad. Tom, como siempre, bendijo a la mente previsora que los había puesto allí. Todos sus hijos podían pasar de ese modo una hora semanal en la hierba y jugar junto al árbol. Hasta había un zoológico en cada piso, no como los zoológicos complicados de Washington, Londres y Moscú, por supuesto, pero sí por lo menos con un perro, un gato y una pecera bastante grande. Lujos semejantes permitían que uno olvidara a veces la multitud y el ruido y los cuartos diminutos y la sensación que nunca había bastante aire para respirar.

Estaban ya cerca del Túnel. Jeannie había dejado su tejido y tendía la cara hacia adelante como si estuviese escuchando más que mirando. A pesar de sus propios razonamientos, Tom se sorprendió tocando nerviosamente el tablero. En la pantalla de TV, Malenkovsky movía triunfalmente una dama.

Habían llegado a las puertas del Túnel. Jeannie estaba callada; y miró irracionalmente su reloj pulsera. Tom apretó el botón de los tranquilizantes y la gaveta se abrió, pero Jeannie meneó la cabeza.

—Odio esto, Tom. Me parece una idea absolutamente sucia.

La irritación de Jeannie sorprendió a Tom, sintiéndose casi escandalizado.

—¿No es lo más justo? —replicó—. Lo sabes muy bien.

—No me importa —dijo Jeannie entre dientes—. Tiene que haber otro modo.

—No hay nada más justo —insistió Tom—. Corremos el riesgo como todos los demás.

Sentía ahora los latidos de su propio corazón. Tenía las manos frías. Siempre le pasaba eso cuando entraban al Túnel, y nunca había sabido si era miedo o impaciencia, o las dos cosas. Observó a los niños en el asiento trasero. David miraba la pantalla de TV otra vez y se mordisqueaba una uña. Los otros tres dormían aún, tal como se les había enseñado, con las manos dobladas sobre el vientre. Tres ratones ciegos.

En el Túnel había ecos y frío. Las paredes de azulejos, limpios y pulidos, emitían una luz blanca. Soplaba un viento y parecía que los coches se movían rápidamente. La familia italiana venía aún detrás de ellos, a una velocidad constante. En el techo del Túnel se movían unos grandes ventiladores, más ruidosos que los invisibles aparatos de aire acondicionado y el lento movimiento de los coches.

Jeannie había apoyado la cabeza en el respaldo del asiento como si estuviese dormida. Los coches se detuvieron un instante, poniéndose en seguida en movimiento. Tom se preguntó si Jeannie había sentido aquel mismo escalofrío. Le miró entonces la boca y descubrió una expresión de miedo.

El Túnel, pensó, tenía dos mil quinientos metros de largo. Cada uno de los coches medía dos metros. Había un metro y medio entre cada coche. Setecientos coches en el Túnel por lo tanto, más de tres mil personas. Se tardaba quince minutos en pasar el Túnel. Estaban a medio camino.

Habían cruzado ya las tres cuartas partes. Unas luces automáticas parpadeaban en el techo. El pie de Tom se movió hacia el acelerador antes que recordara que el coche marchaba en automático. Era un movimiento casi instintivo. Las manos y los pies querían hacer algo. El cuerpo deseaba controlar la dirección del avance. Siempre se sentía así, en el Túnel.

Ya estaban casi afuera. Tom tuvo la sensación que unas hormiguitas le corrían por el cuero cabelludo. Movió los dedos de los pies sintiendo las asperezas de la arena entre ellos. Ahora ya se veía la salida. Quizá dos minutos más. Un minuto.

Se detuvieron otra vez. Un coche, en algún sitio, allá adelante, se había salido de la fila. Una vez fuera del Túnel estaba permitido pasar otra vez a manual, pues era necesario elegir la pista correcta entre las otras diez. De otro modo, uno podía encontrarse de pronto en la pista más alta de Manhattan cuando ya no había sitio para doblar.

Tom palmeó el volante. El coche de adelante había vuelto otra vez a la fila. Se pusieron de nuevo en marcha, más rápidamente. Ya estaban fuera del Túnel.

Jeannie recogió su tejido y lo sacudió bruscamente. En seguida, lo dejó caer como si se hubiera pinchado los dedos. Arriba sonó una campana, no muy fuerte pero clara. Justo detrás del parachoques trasero, unas puertas se deslizaron cerrándose silenciosamente.

Jeannie se volvió para mirar el espacio donde había estado hasta entonces la familia italiana, el coche de color azul y donde habían estado otros. No se veía ningún coche ahora. Jeannie se dio vuelta otra vez y miró inexpresivamente por el parabrisas.

Tom estaba calculando. Dos minutos para que funcionaran las duchas del techo. Luego, los setecientos coches del Túnel serían izados y vaciados. Diez minutos para eso, aproximadamente. Se preguntó cuánto tardarían los ventiladores en eliminar los restos del gas cianuro.

«Despoblación sin discriminación» lo habían llamado en la época de las elecciones. Nadie hubiera admitido que votaba por eso, pero casi todos votaron. Uno se decía en voz alta: «es el modo más justo de cumplir con algo necesario». Pero en algún lugar secreto de la mente, uno reconocía que había algo más. Una apuesta, el único elemento impredecible en el largo y temible proceso de la supervivencia. Un juego. Una ruleta rusa. Un juego en que uno entraba para ganar. O quizá para perder. No importaba mucho, pues el Túnel excitaba en verdad. No quedaba otra excitación en el mundo.

Tom se sintió de pronto notablemente despierto. Puso el coche en manual y enfiló la nariz redonda del Topolino hacia la cuarta carretera.

Se puso a silbar entre dientes.

—La próxima semana otra vez a la playa, ¿eh, querida?

Jeannie lo miraba a la cara. Tom dijo defensivamente:

—Es bueno para todos salir alguna vez de la ciudad, respirar de cuando en cuando un poco de aire fresco.

Tocó a Jeannie con el codo y le tironeó el pelo, afectuosamente.

____________________
Fuente: El mundo que no veremos. (Recopilación de cuentos)

UN MANIFIESTO CYBERPUNK

UN MANIFIESTO CYBERPUNK

 

por Christian As.Kirtchev traducido por AuRiL

 

Somos las mentes electronicas, un grupo de rebeldes de pensamientos libres.

Cyberpunks. Vivimos en el Ciberespacio, estamos en todos lugares, no tenemos límites.

Este es nuestro manifiesto. El manifiesto cyberpunk.

 

I.Cyberpunk  

1/ Esos somos nosotros, lo Diferente. Ratas de la tecnología, nadando en el océano de la información. 2/ Estamos cohibidos, pequeños chicos de colegio, sentados en el último pupitre, en la esquina de la clase. 3/ Somos el adolescente que todos consideran extraño. 4/ Estamos estudiando hackear sistemas operativos, explorando la profundidad de su extremos. 5/ Nos criamos en el parque, sentados en un banco, con un ordenador portatil apoyado en las rodillas, programando la última realidad virtual. 6/ Lo nuestro está en el garage, apilado con la porquería electrónica. El hierro soldado en la esquina de la mesa y cercana a la radio desmontada- eso es lo nuestro. Lo nuestro es una habitación con ordenadores, impresoras zumbeantes y modems pitando. 7/ Somos aquellos que vemos la realidad de forma distinta. Nuestro punto de vista muestra más de lo que la gente ordinaria puede ver. Ellos solo ven lo exterior, pero nosotros vemos lo interior. Eso es lo que somos- realistas con gafas de soñadores. 8/ Somos aquellas personas casi desconocidas para el vecindario. Personas, entregadas a sus propios pensamientos, sentadas día tras día ante el ordenador, saqueando la Red por algo. No salimos frecuentemente de casa, solo de vez en cuando para ir al cercano estudio de radio, o a un conocido bar a encontrarse a algunos de los pocos amigos que tenemos, o encontrarnos a algún cliente, o al camello de la esquina,… o simplemente para dar un paseo. 9/ No tenemos muchos amigos, sólo unos pocos con los que nos vamos de fiesta. Todos los demás que conocemos están en la Red, en el otro lado de la línea. Los conocemos de nuestro canal favorito de IRC, de los newsgroups, de los sistemas que frecuentamos : 10/ Nosotros somos aquellos los que nos importa una mierda lo que los demás piensen de nosotros, no nos importa lo que aparentamos o lo que la gente diga sobre nosotros en nuestra ausencia. 11/ La mayoría de nosotros viven escondidos, siendo desconocidos para todos menos a aquellos que inevitablemente están en contacto con ellos. 12/ Otros aman la publicidad, ellos aman la fama. Ellos son conocidos en su mundo underground. Sus nombres se escuchan con facilidad allí. Pero todos unidos somos una sola cosa- nosotros somos los cyberpunks. 

13/ La sociedad no nos entiende, somos los «raros» y los «locos», personas que a ojos de la gente normal que viven lejos de la información y las ideas libres. La sociedad niega nuestra manera de pensar- una sociedad, viviendo, pensando y respirando de una única manera- un tópico. 14/ Ellos nos desprecian porque pensamos de forma libre, y el pensamiento libre está prohibido. 15/ El cyberpunk tiene una apariencia externa, el carece de movimiento. Los cyberpunks son personas que, comienzan desde lo normal y saben lo que todos conocen, hasta el artista «tecnomaníaco», hasta el músico que toca música electrónica, a los superficiales escolares. 16/ El cyberpunk ya no es un genero de literatura, tampoco es una ordinaria subcultura. El cyberpunk es en si misma una nueva cultura, hijos de la nueva era. Una cultura que une todos nuestro intereses comunes y vistas. Nosotros estamos unidos. Nosotros somos los cyberpunks.

II. Sociedad  

1/ La sociedad la que nos rodea está atascada en el conservadorismo y en el «todo para ellos», mientras se hunde lentemente en las arenas movedizas del tiempo. 2/ Sin embargo, algunos obstinados rehusan a creer esto, lo obvio es que vivimos en una sociedad podrida. Las llamadas reformas que nuestros gobiernos utilizan para enorgullecerse, no son más que un pequeño paso adelante, que podrían ser hechas más satisfactoriamente con un salto. 3/ La gente teme lo nuevo y lo desconocido. Ellos prefieren lo antiguo, lo conocido y lo que ellos mismos han comprobado. Ellos temen lo que lo nuevo pueda acaecerles. Ellos temen perder lo que ya tienen. 4/ Su temor es tan fuerte que esto es proclamado enemigo revolucionario e idea liberal- es un arma. Este es su error. 5/ Las personas deben dejar sus temores atrás y seguir adelante. En el sentido de que lo poco que ahora tengas podrá multiplicarse en el mañana. Todo lo que ellos tienen que hacer es cerrar sus puños y sentir lo nuevo; dar libertad a los pensamientos, ideas, a las palabras: 6/ Durante siglos las generaciones han sido educadas de una misma manera. Los ideales son lo que todos buscan. Se olvida la individualidad. La gente piensa de una misma forma, siguiendo un modelo impuesto en ellos desde su juventud, la «educación-modelo» para todos los niños : y, cuando alguno se atreve desafiar la autoridad, es castigado. » Esto es lo que pasa cuando expresas tu propia opinión y esta es diferente a la del profesor «. 7/ Nuestra sociedad está enferma y necesita ser curada. La cura es un cambio en el sistema…. 

III. El Sistema  

1/ El Sistema. Con siglos de antiguedad, basada en principios que no son validos actuálmente. Un sistema que no ha cambiado mucho desde su nacimiento. 2/ El Sistema está equivocado. 3/ El Sistema debe imponer su verdad sobre la nuestra para poder mandar. El gobierno necesita que nosotros la sigamos ciegamente. Por esta razón, vivimos en un eclipse informativo. Cuando las personas adquieren más información de la que da el gobierno, no pueden distiguir cuál es correcta y cuál no. Así que la mentira se hace verdad- una verdad, fundamental para todo lo demás. Así los líderes controlan con mentiras a la gente ordinaria que carecen de la noción de cual es la verdad y ciegamente siguen al gobierno, creyéndolos. 4/ Nosotros luchamos para liberar la información. Nosotros combatimos por la libertad de expresión y de prensa. Por la libertad de expresar nuestros pensamientos libremente, sin ser perseguidos por el Sistema. 5/ Incluso en los países más democráticos y desarrollados que pretenden ser la cuna de la libertad de expresión. La mala información es una de las principales armas del Sistema. Un arma que ellos dominan muy bien. 6/ La Red es la que nos ayuda a expandir nuestros pensamientos libremente. La Red sin barreras ni limites de información. 7/ Lo nuestro es tuyo, lo tuyo es nuestro. 8/ Todo el mundo puede compartir la información, sin restricciones. 9/ La encriptación de información es nuestra arma. Así las palabras de la revolución pueden expandirse ininterrumpidamente, y el gobierno sólo puede intentar adivinar. 10/ La Red es nuestra esencia, en la Red somos los reyes. 11/ Leyes. El mundo está cambiando, pero las leyes son las mismas. El Sistema no está cambiando, sólo unos pocos rasgos para revestirse a los nuevos tiempos, pero en el fondo es todo lo mismo. 12/ Nosotros necesitamos nuevas leyes. Leyes, que se ajusten a los tiempos en que vivimos, con el mundo que nos rodea. No leyes construidas en las bases del pasado. Leyes, para hoy, leyes, que se ajusten al mañana. 13/ Las leyes que sólo se refieren a nosotros. Leyes que desesperadamente necesitan revisión.

IV. La Visión  

1/ A algunas personas no les importa lo que sucede en el mundo. A ellos les importa lo que suceden en su alrededor, en su micro-universo. 2/ Estas personas sólo pueden ver un futuro oscuro, porque ellos sólo ven la vida de ellos mismos ahora. 3/ Otras personas, se muestran más concienciadas en lo que ocurra globalmente. Ellos están interesados en todo, en la perspectiva del futuro, en lo que va a pasar en el mundo. 4/ Ellos tienen una actitud más optimista. Para ellos el futuro es limpio y más bonito, pueden ver en esto a un hombre más maduro en un mundo más amplio. 5/ Nosotros estamos en el medio. Estamos interesados en lo que ocurre ahora y en lo que va a ocurrir el día de mañana. 6/ Observamos la Red, y la Red esta creciendo y haciendose más amplia. 7/ Pronto todo en este mundo será absorvido por la Red: desde los sistemas militares hasta el PC de casa. 8/ Pero la Red es la casa de la Anarquía. 9/ No puede ser controlada y en eso radica su poder. 10/ Cada hombre será independiente en la Red. 11/ Toda la información estará aquí, cerrada en el abismo de ceros y unos. 12/ El que controla la Red, controla la información. 13/ Vivimos en una mezcla del pasado y el presente. 14/ El mal proviene del hombre y el bien de la tecnología. 15/ La Red controlará al pequeño individuo y nosotros controlaremos la Red. 16/ Pero, si tu no controlas, serás controlado. 17/ La información es el PODER!

V. ¿ Dónde estamos ?  

1/ ¿Dónde estamos? 2/ Todos nosotros vivimos en un mundo enfermo, donde el odio es un arma y la paz un sueño. 3/ El mundo crece lentamente. Es difícil para un cyberpunk vivir en un mundo subdesarrollado, con gente alrededor suya que observan su fuerte desarrollo 4/ Nosotros vamos hacia adelante, y ellos nos empujan hacia atrás. La sociedad nos suprime. Sí, suprimen la libertad de pensamiento. Con crueles programas de educación en colegios y universidades. Machacan a los niños con sus puntos de vista y castigan y niegan todo intento diferente. 5/ Nuestros hijos crecen educados en este viejo y aún no cambiado sistema. Un sistema que no tolera la libertad de pensamiento y demanda una estricta obediencia a las reglas… 6/ Viviríamos en un mundo muy distinto de este si las personas hicieran escalones y no huecos. 7/ Es difícil vivir en este mundo, cyberpunk. 8/ Es como si se hubiera detenido el tiempo. 9/ Vivimos en el lugar correcto pero no en el tiempo correcto. 10/ Todo es tan ordinario, la gente es la misma, sus actos también lo son. Como si la sociedad sintiera una necesitad intensa de vivir atrás en el tiempo. 11/ Algunos intentan encontrar su propio mundo, el mundo Cyberpunk, y encontrándolo, construyen su mundo. Construyen sus pensamientos que cambian la realidad, se entregan a estos y viven en un mundo virtual. Los inventos, crean la realidad : 12/ Otros, en cambio, se acostumbran el mundo tal y como es. Ellos siguen viviendo en el, aunque no les guste. Ellos no tienen otra elección que esperar que el mundo se mantenga bien y siga hacia adelante 13/ Lo que intentamos hacer es cambiar la situación. Estamos intentando ajustar el mundo presente a nuestras necesidades y visiones. Para adecuarlo a su máxima función y olvidar la basura. Cuando nosotros no podemos, simplemente vivimos en este mundo, como los cyberpunks, no importa lo difícil que sea, cuando luche la sociedad nosotros los contrarrestaremos. 14/ Nosotros construimos nuestros mundos en el Ciberespacio. 15/ Un montón de ceros y unos, un montón de bits de información. 16/ Construimos nuestra comunidad. La comunidad de los CYBERPUNKS.

 

¡Unidos! Luchemos por nuestros derechos

Somos las mentes electronicas, un grupo de rebeldes de pensamientos libres. Cyberpunks.

Vivimos en el Ciberespacio, estamos en todos lugares, no tenemos límites.

Este es nuestro manifiesto.

 

El manifiesto cyberpunk.

14 de Febrero de 1997

Brought to you
by
The Cyberpunk Project