EL TÚNEL ADELANTE – Alice Glasser

El piso del Topolino estaba cubierto de arena. Tom tenía también arena en los pantalones y entre los dedos de los pies.

«Maldita sea —pensó—, han construido aquí una carretera de seis pistas que va directamente al océano, una plataforma giratoria con capacidad para trescientos coches que facilita el tránsito en la playa, todo eficiente, organizado, mecanizado y amable, y he aquí el resultado: arena. Y dentro del coche, a pesar del aire acondicionado, el olor acre de las salinas quemadas por el sol.»

Los músculos le dolían entumecidos como de costumbre. Acarició inútilmente el volante, deseando tener algo que hacer, lamentando que el coche fuese tan pequeño, y en seguida se sintió avergonzado. Esos sentimientos eran antisociales. Por supuesto, nada tenía que hacer, pues la carretera estaba funcionando en forma automática, como todas. Así era la ley. Y aunque viajaba tan encogido que las rodillas le tocaban casi el mentón, y el techo del coche le apretaba la nuca como la tapa de una caja, y sus cuatro hijos amontonados en el asiento trasero parecían aspirarle el cuello de la camisa… bueno, era inevitable y, además, el Topolino tenía dos metros de largo como indicaba la ley. No había por qué quejarse.

Por otra parte, no había sido un mal día al fin y al cabo. Cinco horas para recorrer sesenta kilómetros hasta la playa y luego, por supuesto, un par de horas esperando en fila en la playa a que les llegara el turno para meterse en el mar. Estaban tardando un poco más en el viaje de vuelta, como siempre. No se podía saber tampoco qué ocurriría en el Túnel. Estarían otra vez en casa a eso de las diez, quizá. No demasiado tarde.

«Un modo tan bueno como cualquier otro para matar el ocio», pensó. A veces sobraba ocio para matar, realmente.

Jeannie, sentada a su lado, miraba por la ventanilla. Se había recogido el pelo en la nuca —un pelo casi tan rubio como el de los niños— y aunque estaba embarazada otra vez no parecía mucho más vieja que hacía diez años. Pero había dejado de tejer y pensaba ahora en el Túnel. Tom siempre se daba cuenta.

—¡Ay!

Algo golpeó la nuca de Tom, que se dobló hacia adelante tropezando con el parabrisas.

—¡Eh!

Se volvió a medias y lanzó un manotazo a la pala que la pequeña Pattie, de cuatro años, blandía en ese momento.

—Nadé —anunció Pattie, con los ojos azules muy abiertos—. Nadé bien y no tropecé a ninguno.

—Con ninguno —corrigió Tom.

Confiscó la pala, pensando cansadamente que «nadar» en esos días significaba «pisar agua». No había espacio para más en la atestada área de baño.

Jeannie se había vuelto también y miraba sonriendo a su hija, pero Tom meneó la cabeza.

—Ha llegado el momento —dijo brevemente.

Sabía que un paseo en coche aumentaba inevitablemente la tensión de los niños; lo sabía bien pues los veía a menudo, con tantos intervalos entre las horas de clases, entre las horas de juegos y aun entre las horas de su propio trabajo. Pero no les faltaría la educación apropiada. Al primer signo de extraversión, cortar por lo sano, ese era su lema. Se les evitaba así muchos daños futuros.

Jeannie se inclinó hacia adelante y apretó un botón del tablero. La gaveta de tranquilizantes salió y se abrió. Jeannie eligió una pastilla rosada, pero cuando se volvió, Pattie estaba ya apaciguada, con las manos en el regazo y los ojos fijos en la pantalla de TV del asiento trasero. Jeannie suspiró y deslizó la píldora en la boca entreabierta de la pequeña Pattie.

Los otros tres no hablaban desde hacía horas, tal como se esperaba. Jeannie les había servido un almuerzo apropiadamente pesado en el coche: proteínas sintéticas y un tazón caliente de la sopa de algas deshidratadas que había puesto en el termo. Además, todos habían tomado una dosis extra de tranquilizantes para el viaje. David, de seis años, que hacía un tiempo se resistía a abandonar su extraversión, estaba mirando la pantalla de TV y respiraba con dificultad. David era el primogénito, y había nacido en la cabina de partos del supermercado el 3 de abril del año 2100, a las ocho y treinta de la mañana. El mismo año en que la población de los Estados Unidos había llegado a los mil millones. Y era el quinto niño entre los que habían nacido aquella mañana en el supermercado. Las mellizas Susan y Pattie estaban sentadas muy derechas y miraban atentamente la pantalla; y el bebé, Betsy, de dos años, se había tumbado en el asiento y no tardaría en dormirse.

El coche avanzaba a quince kilómetros por hora, uno más en la fila de brillantes burbujas que se extendía como una cinta de caramelos a lo largo de la nueva carretera de Pulaski, iluminada por el sol poniente. La distancia entre los coches (que la ruta automática medía estrictamente) nunca cambiaba.

Tom sintió un dolor sordo en los ojos. Unos breves calambres le atenaceaban ahora los músculos. Le echó a Jeannie una mirada de disculpa, pues a ella no le gustaban los programas deportivos, y encendió la pantalla de TV del tablero. La tercera partida del campeonato mundial ya había comenzado. Malenkovsky con las rojas. Malenkovsky movió una pieza y se reclinó en la silla. Las cámaras enfocaron a Saito, con las negras. Iba a ser una buena partida de damas. Más movida que casi todas.

Estaban a menos de un kilómetro del Túnel cuando la fila de coches se detuvo de pronto. Durante un minuto Tom no dijo nada. Quizá había ocurrido un accidente, o quizá alguien había salido de la fila, pasando ilegalmente de automático a manual. Otro minuto más. Las manos de Jeannie apretaban tensamente la manta amarilla que estaba tejiendo.

Era evidente ahora que la detención se prolongaría. Jeannie miró las filas inmóviles de coches, frunciendo un poco el ceño.

—Me alegra que ocurra ahora. Esto aumenta nuestras probabilidades, ¿no es así?

La pregunta era retórica y Tom sintió la irritación habitual. Jeannie era una joven inteligente, pues si no él no la hubiese querido tanto. Pero no podía entender las leyes de las probabilidades. El Túnel se cerraba diez veces por semana, término medio. Los diez cierres podían sucederse con intervalos de segundos o en plazo de una hora. A veces no había ningún cierre en todo un día. Que hubiese ocurrido en este momento no modificaba nada.

—Alguna vez nos tocará a nosotros, Tom —dijo Jeannie pensativamente.

Tom se encogió de hombros sin responder. Podía ocurrir cualquier cosa en el futuro, pero ahora estaban a salvo, por lo menos durante media hora.

David estaba retorciéndose un poco, con cara de disculpa.

—¿Puedo salir, papá, si el Túnel está cerrado? Me duele.

Tom se mordió los labios. Entendía bien a los chicos, recordando los años en que su propio cuerpo crecía y crecía, y él no quería hacer otra cosa que correr, correr rápidamente, a cualquier parte. Los chicos, extravertidos, todos ellos. Quizá uno podía ir adelante de ese modo en el siglo veinte, cuando no había multitudes y sobraba el espacio, pero no ahora. David tendría que aprender a estarse quieto, como todos los demás.

David había comenzado a flexionar los músculos rítmicamente. Ejercicio pasivo, lo llamaban. Un nuevo pseudo deporte que no necesitaba espacio y era enseñado científicamente en los minutos de recreo. Tom observó con envidia a su hijo. Era magnífico disponer de tanta energía física, no teniendo que hacer cola para obtener una nueva ración de gimnasia.

—Papá, en serio, tengo que salir.

David se retorció otra vez en el asiento. Bueno, parecía que el chico decía la verdad. Tom miró por el parabrisas. Los miles de coches que estaban a la vista no se movían aún. Abrió la portezuela. David se deslizó rápidamente fuera del coche. Tom observó como el chico comenzaba a estirar los brazos por encima de la cabeza, liberado de la presión del techo y como en seguida se comportaba en forma decente adoptando el paso introvertido. Por suerte, había un retrete a pocos metros y la cola de gente era corta allí.

«Está creciendo», pensó Tom, sintiéndose descorazonado de pronto. Había estado rogando que el chico heredara la estatura baja de Jeannie, no su propio metro ochenta. Cuanto más espacio ocupaba uno, más difíciles eran las cosas que, por otra parte, empeoraban día a día. Tom había notado últimamente que la gente le ponía mala cara en la calle.

En el brillante Topolino azul que estaba detrás había una familia italiana, también con muchos chicos. Dos de ellos, al ver a David delante del retrete, salieron corriendo y se pusieron a la cola. El padre sonreía y, de pronto, se volvió hacia Tom, que apartó los ojos. Recordó haber visto como se pasaban en el coche una botella de agua muy cara, y toda la familia había empinado alegremente el codo como si el agua creciese en los árboles. Extravertidos, todos ellos. Era casi criminal que se les permitiera a esas gentes ir de este modo de aquí para allá, aumentando la incomodidad de todo el mundo. Ahora el padre había dejado también el coche. Tenía el pelo negro, rizado, y era rechoncho. Cuando vio que Tom lo miraba, sonrió ampliamente, señaló el Túnel y alzó los hombros como queriendo expresar una divertida resignación.

Tom tamborileó con los dedos en el volante. Los extraversos eran afortunados. Nunca parecían preocupados a propósito del Túnel. Tenían que sacar a los chicos fuera de la ciudad, de cuando en cuando, como todo el mundo. Para salir y para entrar había que pasar necesariamente por el Túnel, de modo que se encogían de hombros y pasaban. Además, ahora había tantas normas y reglas que era difícil discutirlas. Nadie podía oponerse al Consejo de la Ciudad. Los extraversos nunca temían el viaje como Jeannie, ni lo… Los dedos de Tom se cerraron rígidamente sobre el volante y trató de alejar el pensamiento que se le había ocurrido. Había estado a punto de decir que ni lo necesitaban como a él.

David salió del retrete y se deslizó otra vez en su asiento. Los coches habían empezado a moverse y poco después ya se arrastraban como antes.

A la izquierda de la carretera se extendía ahora la construcción que llamaban, en broma, la «montaña de las latas de cerveza». Hasta ahora no había nada allí excepto las pilas montañosas de ladrillos brillantes, los ladrillos de metal que en un tiempo habían sido recipientes de hojalata y que pronto se ordenarían en otra de las tan necesitadas casas de vivienda. Probablemente con cielos rasos todavía más bajos y paredes aún más delgadas. Tom parpadeó involuntariamente, pensando que en su casa, en una zona de residencias más antiguas, los cielos rasos eran tan bajos que él nunca podía estar de pie sin tener la cabeza inclinada. El espacio destinado a los hombres estaba reduciéndose, y todos los días un poco más.

En la llanura, a la derecha de la carretera, se extendían en hileras de kilómetros y kilómetros de edificios centelleantes, separados por estaciones de gasolina y parques de estacionamientos. Y más allá de esa llanura se alzaban los suburbios de Long Island, de pisos de cemento y atestados de rascacielos de alegres colores.

Aquí, ya más cerca de la ciudad, el aire tronaba con el ruido de las radios de transistores y los aparatos de TV. La intimidad y el silencio habían desaparecido de todas partes, por supuesto, pero éste era un barrio de clases bajas y el estruendo atravesaba aun las ventanillas cerradas del coche. Los inmensos edificios, de bloques de cemento y luces de neón, llegaban casi al borde de la carretera, con rampas entre ellos en todos los niveles. En esas rampas, construidas en un principio para los coches, se amontonaba ahora la gente que volvía de sus turnos de trabajo o de una visita a los mercados, o que entretenía simplemente las interminables horas de ocio. «Parecen todos bastante apáticos», pensó Tom. Nadie podía acusarlos en verdad. La vida material era tan segura que nadie hacía un trabajo que no fuese realmente necesario. Todos lo sabían. Los empleos de esa gente eran probablemente tan monótonos y fútiles como el suyo. Todo lo que él hacía era verificar columnas de números en un libro mayor y luego copiarlas en otro libro mayor. Mataba el tiempo, como los demás. No parecía que a esta gente le importara mucho.

Pero, mientras miraba, hubo de pronto un rápido forcejeo en la multitud, un breve estallido de violencia. El zapato de un hombre había roto el tacón de una mujer. La mujer se volvió y golpeó al hombre con el bolso de las compras, abriéndole una herida en la mejilla. El hombre contestó con un puñetazo al estómago de la mujer, que lanzó a su vez un puntapié. Un hombre que venía detrás se abrió paso entre ellos a codazos, con la cara distorsionada. La pareja se separó, murmurando entre dientes. La irritación se extendió, como ocurría de cuando en cuando, como si nadie esperara otra cosa que la oportunidad de descargar un golpe.

Jeannie había visto también el incidente. Ahogó un grito y apartó los ojos de la ventanilla, mirando a los niños que ahora dormían. Tom le acarició el pelo.

Un vasto rascacielos se alzaba ahora ante ellos: el cubo de paredes de vidrio de Manhattan. Unos rayos luminosos salían del edificio y se perdían en el crepúsculo. Los jardines, cuidadosamente planeados, eran manchas verdes en los noventa y ocho pisos de la unidad. Tom, como siempre, bendijo a la mente previsora que los había puesto allí. Todos sus hijos podían pasar de ese modo una hora semanal en la hierba y jugar junto al árbol. Hasta había un zoológico en cada piso, no como los zoológicos complicados de Washington, Londres y Moscú, por supuesto, pero sí por lo menos con un perro, un gato y una pecera bastante grande. Lujos semejantes permitían que uno olvidara a veces la multitud y el ruido y los cuartos diminutos y la sensación que nunca había bastante aire para respirar.

Estaban ya cerca del Túnel. Jeannie había dejado su tejido y tendía la cara hacia adelante como si estuviese escuchando más que mirando. A pesar de sus propios razonamientos, Tom se sorprendió tocando nerviosamente el tablero. En la pantalla de TV, Malenkovsky movía triunfalmente una dama.

Habían llegado a las puertas del Túnel. Jeannie estaba callada; y miró irracionalmente su reloj pulsera. Tom apretó el botón de los tranquilizantes y la gaveta se abrió, pero Jeannie meneó la cabeza.

—Odio esto, Tom. Me parece una idea absolutamente sucia.

La irritación de Jeannie sorprendió a Tom, sintiéndose casi escandalizado.

—¿No es lo más justo? —replicó—. Lo sabes muy bien.

—No me importa —dijo Jeannie entre dientes—. Tiene que haber otro modo.

—No hay nada más justo —insistió Tom—. Corremos el riesgo como todos los demás.

Sentía ahora los latidos de su propio corazón. Tenía las manos frías. Siempre le pasaba eso cuando entraban al Túnel, y nunca había sabido si era miedo o impaciencia, o las dos cosas. Observó a los niños en el asiento trasero. David miraba la pantalla de TV otra vez y se mordisqueaba una uña. Los otros tres dormían aún, tal como se les había enseñado, con las manos dobladas sobre el vientre. Tres ratones ciegos.

En el Túnel había ecos y frío. Las paredes de azulejos, limpios y pulidos, emitían una luz blanca. Soplaba un viento y parecía que los coches se movían rápidamente. La familia italiana venía aún detrás de ellos, a una velocidad constante. En el techo del Túnel se movían unos grandes ventiladores, más ruidosos que los invisibles aparatos de aire acondicionado y el lento movimiento de los coches.

Jeannie había apoyado la cabeza en el respaldo del asiento como si estuviese dormida. Los coches se detuvieron un instante, poniéndose en seguida en movimiento. Tom se preguntó si Jeannie había sentido aquel mismo escalofrío. Le miró entonces la boca y descubrió una expresión de miedo.

El Túnel, pensó, tenía dos mil quinientos metros de largo. Cada uno de los coches medía dos metros. Había un metro y medio entre cada coche. Setecientos coches en el Túnel por lo tanto, más de tres mil personas. Se tardaba quince minutos en pasar el Túnel. Estaban a medio camino.

Habían cruzado ya las tres cuartas partes. Unas luces automáticas parpadeaban en el techo. El pie de Tom se movió hacia el acelerador antes que recordara que el coche marchaba en automático. Era un movimiento casi instintivo. Las manos y los pies querían hacer algo. El cuerpo deseaba controlar la dirección del avance. Siempre se sentía así, en el Túnel.

Ya estaban casi afuera. Tom tuvo la sensación que unas hormiguitas le corrían por el cuero cabelludo. Movió los dedos de los pies sintiendo las asperezas de la arena entre ellos. Ahora ya se veía la salida. Quizá dos minutos más. Un minuto.

Se detuvieron otra vez. Un coche, en algún sitio, allá adelante, se había salido de la fila. Una vez fuera del Túnel estaba permitido pasar otra vez a manual, pues era necesario elegir la pista correcta entre las otras diez. De otro modo, uno podía encontrarse de pronto en la pista más alta de Manhattan cuando ya no había sitio para doblar.

Tom palmeó el volante. El coche de adelante había vuelto otra vez a la fila. Se pusieron de nuevo en marcha, más rápidamente. Ya estaban fuera del Túnel.

Jeannie recogió su tejido y lo sacudió bruscamente. En seguida, lo dejó caer como si se hubiera pinchado los dedos. Arriba sonó una campana, no muy fuerte pero clara. Justo detrás del parachoques trasero, unas puertas se deslizaron cerrándose silenciosamente.

Jeannie se volvió para mirar el espacio donde había estado hasta entonces la familia italiana, el coche de color azul y donde habían estado otros. No se veía ningún coche ahora. Jeannie se dio vuelta otra vez y miró inexpresivamente por el parabrisas.

Tom estaba calculando. Dos minutos para que funcionaran las duchas del techo. Luego, los setecientos coches del Túnel serían izados y vaciados. Diez minutos para eso, aproximadamente. Se preguntó cuánto tardarían los ventiladores en eliminar los restos del gas cianuro.

«Despoblación sin discriminación» lo habían llamado en la época de las elecciones. Nadie hubiera admitido que votaba por eso, pero casi todos votaron. Uno se decía en voz alta: «es el modo más justo de cumplir con algo necesario». Pero en algún lugar secreto de la mente, uno reconocía que había algo más. Una apuesta, el único elemento impredecible en el largo y temible proceso de la supervivencia. Un juego. Una ruleta rusa. Un juego en que uno entraba para ganar. O quizá para perder. No importaba mucho, pues el Túnel excitaba en verdad. No quedaba otra excitación en el mundo.

Tom se sintió de pronto notablemente despierto. Puso el coche en manual y enfiló la nariz redonda del Topolino hacia la cuarta carretera.

Se puso a silbar entre dientes.

—La próxima semana otra vez a la playa, ¿eh, querida?

Jeannie lo miraba a la cara. Tom dijo defensivamente:

—Es bueno para todos salir alguna vez de la ciudad, respirar de cuando en cuando un poco de aire fresco.

Tocó a Jeannie con el codo y le tironeó el pelo, afectuosamente.

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Fuente: El mundo que no veremos. (Recopilación de cuentos)

ESPAÑA: ACTUALIZACION SOBRE LA VISTA DE MONICA Y FRANCISCO: CONCENTRACION A LAS 20H EN TIRSO DE MOLINA

ESPAÑA: ACTUALIZACION SOBRE LA VISTA DE MONICA Y FRANCISCO: CONCENTRACION A LAS 20H EN TIRSO DE MOLINA

 

CONCENTRACIÓN A LAS 20H EN TIRSO DE MOLINA.

Se pide difusión.

Tras la vista que ha tenido lugar esta mañana en la Audiencia Nacional sobre la situación de los compañeros Mónica y Francisco, sabemos que se resolverá y que tendrán una respuesta entre el día de hoy y mañana.

No sabemos cual es su decisión, por ello sea cual sea el final de la misma, hemos creido necesario solidarizarnos con los compañeros.

Desde las 9h de la mañana nos hemos concentrado en las puertas de la Audiencia Nacional para mostrar nuestro apoyo y hacerles saber que no están solos y hacemos otro llamamiento a la solidaridad concentrandonos esta tarde a las 20h en la PLAZA DE TIRSO DE MOLINA como forma de visibilizar el conflicto existente con los compañeros Mónica y Francisco así como contra los anarquistas y aquellos que luchan contra el Estado.

De igual forma animamos a las otras ciudades del Estado y de fuera del mismo a convocar actos, movilizaciones, acciones o cualquier otra forma de difusión como forma de presión y muestra de apoyo.

Porque siempre habrá presos en las cárceles y represión…

… LA LUCHA ES EL ÚNICO CAMINO

MUERTE AL ESTADO Y VIVA LA ANARQUÍA

¡Difunde!

GUÍA DE SOBREVIVENCIA CONTRA DRONES (ES-EN)

GUÍA DE SOBREVIVENCIA CONTRA DRONES (ES-EN)

 

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Vigilancia

Ataque

Vigilancia Militar

Vigilancia Doméstica

Consumo

Sólo para uso No-Oficial

 

Despliegue global de Drones por parte de la milicia de Estados Unidos

Spanish

 

Observación de aves en el siglo 21

Nuestros ancestros podían identificar a los depredadores naturales desde lejos por su silueta. ¿Estamos igualmente al tanto de los depredadores en el presente? Los Drones son planeadores de control remoto que pueden ser utilizados para cualquier fin desde vigilancia y aplicación de fuerza letal hasta para operaciones de rescate e investigación científica. Hoy en día los Drones son utilizados en su mayoría por poderes militares para vigilar y atacar vía control remoto, y sus números están creciendo. La Administración Federal de Aviación (FAA) predijo en 2012 que dentro de 20 años podría haber alrededor de 30,000 Drones volando únicamente sobre suelo Estadounidense. Dado que las aves robóticas serán comunes en el futuro cercano nosotros debemos de prepararnos para identificarlas. Esta guía de sobrevivencia es un intento para familiarizarnos a nosotros y a futuras generaciones con un entorno tecnológico cambiante.

Este documento contiene las siluetas de los tipos de Drones más comúnmente utilizados hoy en día y en el futuro inmediato. Cada uno indica su nacionalidad y si es usado como fuerza letal o soló para vigilancia. Todos los Drones se encuentran dibujados a escala para señalar su tamaño. Desde los Drones más pequeños de consumo doméstico que se extienden menos de 1 metro hasta el Global Hawk cuya longitud es de 39.9 metros. Para mantener este documento ampliamente disponible puede ser descargado en formato .pdf o .doc. Con el tiempo nuevas traducciones serán puestas a disposición.

ACLARACIÓN: El presente documento es sólo para fines informativos y con la intención de distribuir información públicamente disponible de manera gratuita. No condonamos el comportamiento violento o destructivo contra personas o propiedad de ninguna manera. Todo el contenido puede ser distribuido, adaptado y traducido sin fines de lucro. Disponible gratuitamente en el sitio. www.dronesurvivalguide.org

 

Para ocultarse de los Drones

Los Drones están equipados con cámaras altamente poderosas que pueden detectar personas y vehículos a una altura de muchos kilómetros. Casi todos los Drones cuentan con visión nocturna, y/o cámaras infrarrojas conocidas como sensores FLIR. Éstas pueden ver señales de calor humano desde lejos, de día o de noche.

Sin embargo existe forma de esconderse de ellos.

1. Camuflaje diurno: Ocúltese en las sombras de edificios y árboles. Utilice los bosques densos como camuflaje natural o use redes camufladas.

2. Camuflaje nocturno: Ocúltese dentro de edificios o bajo la protección de los árboles y el follaje. No use linternas o los faros de los vehículos, aún a grandes distancias los Drones pueden detectarlas con facilidad durante misiones nocturnas.

3. Camuflaje térmico: Las mantas de emergencia (también conocidas como mantas espaciales) hechas de Mylar pueden bloquear rayos infrarrojos. El portar una manta espacial como poncho en la noche ocultará su señal térmica de la detección infrarroja. En verano cuando la temperatura oscila entre 36°C y 40°C las cámaras infrarrojas no pueden distinguir entre un cuerpo y su entorno.

4. Espere al mal tiempo: Los Drones no puede operar en vientos rápidos, humo, tormentas o en condiciones climáticas severas.

5. Sin comunicación inalámbrica: Utilizar comunicación móvil o GPS posiblemente delatará su localización.

6. Desplegar trozos de espejo o de algún material reflejante sobre un auto o en una azotea confundirá la cámara de los Drones.

7. Señuelos: Use maniquíes o muñecas de tamaño humano para distraer a los Drones durante el reconocimiento.

 

Hackeando Drones

Los Drones son controlados de manera remota. Los pilotos que operan la nave pueden estar a miles de kilómetros de distancia en estaciones de Control Terrestre. El piloto controla la nave mediante una señal de datos transmitida vía satelital. Uno puede interferir con el control de los Drones si intercepta o interfiere con la señal de datos. Ésta señal puede estar encriptada pero muchas veces no es así.

  1. Intercepción. Una técnica sofisticada es utilizar software de captura aérea con un disco satelital y un sintonizador de señal de TV para interceptar las frecuencias de los Drones. Tanto la comunicación entrante como saliente puede ser interceptada.

  2. Interferencia. Al transmitir en una o en varias frecuencias distintas el enlace entre la nave y el piloto puede ser desconectada.

  3. Engañar al GPS. Pequeños transmisores GPS portátiles puede enviar señales falsas y perturbar los sistemas de navegación de los Drones. Esto puede ser usado, por ejemplo, para que sigan un recorrido de vuelo autodestructivo o incluso piratearlos para que aterricen en una pista.

Fuentes:

« Health Ranger’s intelligence analysis of military drones: payloads, countermeasures and more » (« Analisis de Drones militares : capacidades, contramedidas y más »), Mike Adams, www.naturalnews.com, Julio 16 2012.

« The Al-Qaida Papers – Drones » (« Los docuentos de Al-Qaeda – Drones »,), AP, Febrero 2013. Este documento es uno de muchos encontrados por The Associated Press en edificios ocupados por guerreros de Al-Qaida en Timbuktú, Mali.

« Evading Thermal Imaging And Radar Detection » (« Evadiendo la detección térmica e infrarroja »), Fuerzas Militares Especiales de Estados Unido

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Drone Survival Guide

 

Surveillance

Attack

Military surveillance

Domestic surveillance

Consumer Photography

For Unofficial use only

Drone deployment U.S. Military

English

 

21st century birdwatching

Our ancestors could spot natural predators from afar by their silhouettes. Are we equally aware of the predators in the present-day? Drones are remote-controlled planes that can be used for anything from surveillance and deadly force, to rescue operations and scientific research. Most drones are used today by military powers for remote-controlled surveillance and attack, and their numbers are growing. The Federal Aviation Administration predicted in 2012 that within 20 years there could be as many as 30.000 drones flying over U.S. soil alone. As robotic birds will become commonplace in the near future, we should be prepared to identify them. This survival guide is an attempt to familiarise ourselves and future generations, with a changing technological environment.

More than 87 nations in the world have drone technology, with over 200 types of drones. This document contains the silhouettes of the most common drone species used today and in the near future. Each indicating nationality and whether they are used for surveillance only or for deadly force. All drones are drawn in scale for size indication. From the smallest consumer drones measuring less than 1 meter, up to the Global Hawk measuring 39,9 meter in length. To keep this document widely available it can be downloaded in .pdf or .doc format. More translations are available on the website.

DISCLAIMER This document is for information purposes only, with the intent of free

distribution of publicly available information. We do not condone violent or destructive

behavior against people or property in any way or form. All content may be freely shared, adapted, and translation for non-commercial purposes. Available for free on the website. www.dronesurvivalguide.org

 

Hiding from Drones

Drones are equipped with extremely powerful cameras which can detect people and vehicles at an altitude of several kilometers. Most drones are equipped with night vision, and/or infrared vision cameras, so-called FLIR sensors. These can see human heat signatures from far away, day or night. However there are ways to hide from drones.

  1. Day camouflage: Hide in the shadows of buildings or trees.

Use thick forests as natural camouflage or use camouflage nets.

  1. Night camouflage: Hide inside buildings or under protection of trees or foliage. Do not use flashlights or vehicle spot lights, even at long distances. Drones can easily spot these during night missions.

  2. Heat camouflage: Emergency blankets (so-called space blankets) made of Mylar can block infrared rays. Wearing a space blanket as a poncho at night will hide your heat signature from infrared detection. Also in summer when the temperature is between 36°C and 40°C, infrared cameras cannot distinguish between body and its surroundings.

  3. Wait for bad weather. Drones cannot operate in high winds, smoke, rainstorms, or heavy weather conditions.

  4. No wireless communication. Using mobile phones or GPS-based communication will compromise your location.

  5. Spreading reflective pieces of glass or mirrored material on a car on a roof will confuse the drone’s camera.

  6. Decoys. Use mannequins or human-sized dolls to mislead the drone’s reconnaissance.

Hacking Drones

Drones are remote controlled. The pilots operating the drone can be thousands of kilometers away at ground control stations. The control link is the satellite transmitted datalink by which the pilot controls the plane. By jamming or intercepting the datalink, one can interfere with the drones controls. The data link is sometimes encrypted but not always.

  1. Interception. A complicated technique is to use sky grabber software with a satellite dish and a TV tuner to intercept the drone’s frequencies. Communication from and to the drone can be intercepted.

  2. Interference. By broadcasting on different frequencies or pack of frequencies the link between the drone pilot and the drone can be disconnected.

  3. GPS spoofing. Small, portable GPS transmitters can send fake GPS signals and disrupt the drones’ navigation systems. This can be used, for example, to steer drones into self-destruction flight paths or even hijack them and land them on a runway.

Sources:

‘Health Ranger’s intelligence analysis of military drones: payloads, countermeasures and more’, www.naturalnews.com, July 16, 2012. By Mike Adams

‘The Al-Qaida Papers – Drones’, This document is one of several found by The Associated Press in buildings recently occupied by al-Qaeda fighters in Timbuktu, Mali. Associated Press, Feb 2013. ‘Evading Thermal Imaging And Radar Detection’, United States Militia, Special Forces.

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Fuente y otros idiomas: www.dronesurvivalguide.org

Tilikum, orcas que matan humanas y humanas que roban la vida a las orcas. Y Moby Doll, Wanda, Namu y Shamu: las primeras orcas capturadas para ser exhibidas en acuarios

Tilikum, orcas que matan humanas y humanas que roban la vida a las orcas

 

 

Tilikum se ha hecho famoso en todo el mundo por haber acabado con la vida de tres humanas (dos de ellas eran sus entrenadoras, personas que ganaban dinero obligándole a hacer trucos para entretener a la audiencia). Gracias al documental Blackfish, estrenado en 2013, también ha salido a la luz cómo las humanas le han quitado la vida a Tilikum, robándole la libertad y sometiéndole a terribles privaciones y humillaciones que le han convertido en una sombra de lo que podría haber sido si le hubieran dejado en paz en el océano.

Blackfish-Tilikum

Tilly  nació como una orca libre. En 1983, siendo aún un bebé, nadaba con su familia cerca de la costa de Islandia cuando un grupo de mercenarios les acorralaron, mataron probablemente a algunos de los adultos, y secuestraron a tres de los pequeños para encerrarles de por vida en grandes acuarios, donde realizarían ridículos espectáculos para hacer las delicias del público. Debido a las restricciones internacionales, los mamíferos marinos pueden pasar meses o incluso años viajando de un lugar a otro, drogados y encerrados en pequeños tanques hasta que llegan a su lugar de destino, donde las condiciones no son mucho mejores.

Tilikum bebé confinado Tilikum pasó casi un año confinado en un un pequeño recinto de cemento antes de ser trasladado al parque Sealand, en Canadá, donde le obligarían a actuar cada hora, ocho veces al día, siete días a la semana. Allí no fue muy bien recibido por el grupo de orcas “veteranas”. En el océano, los machos se mantienen a una distancia prudencial de las hembras; pero en las piscinas de los acuarios no disponen de ese espacio, así que los conflictos y las agresiones entre ellas son frecuentes. Además, algunas expertas aseguran que los grupos de orcas salvajes hablan diferentes “idiomas”, por lo que un grupo artificial en cautividad puede tener dificultades para comunicarse. En Sealand, como sucede normalmente en todos los espectáculos con orcas y delfines, el entrenamiento que recibía el grupo se basaba en la privación de comida. Cuando Tilly, que era pequeño y recién llegado, cometía algún fallo, sus compañeras también eran castigadas, lo cual aumentaba la animadversión hacia él. El hecho es que Tilikum sufría lesiones por los ataques de otras orcas y, como consecuencia, era frecuentemente aislado, lo cual perpetuaba sus problemas de estrés, de salud y de falta de integración. Finalmente, el 21 de febrero de 1991, su desesperación tomó forma por primera vez. Durante una actuación, la entrenadora Keltie Byrne resbaló y calló al agua. Tilikum la arrastró entonces hacia el fondo de la piscina. Las otras dos orcas, Haida y Nootka, se unieron a Tilly, rodeando y zarandeando a Keltie para impedirle salir a la superficie, hasta que ésta murió ahogada. Tardaron nueve horas en recuperar su cuerpo. La tragedia condujo al cierre del parque Sealand, pero para aquellas personas que veían a los animales como una fuente de ingresos, Tilikum seguía siendo más que rentable. Y esa rentabilidad era más importante que su libertad, su desesperación, su ira, y todas las vidas que pudiera llevarse por delante. Tilikum era el macho más grande en cautividad, así que la cadena Sea World aprovechó el incidente para hacerse con él y empezar a usarlo como semental. En 1999, un hombre llamado Daniel P. Dukes que, aparentemente,  se había colado durante la noche con la intención de nadar con los animales, apareció muerto en la piscina de Tilly. Los responsables del parque no tuvieron ningún problema en achacar toda la responsabilidad a la imprudente víctima. Pero no les sería tan fácil dar explicaciones cuando, en 2010, Tilikum se cobró su tercera víctima: la entrenadora Dawn Brancheau. De nuevo en plena actuación, delante del público, la orca arrancó la cabellera a su explotadora, la desmembró y le rompió varios huesos del cuerpo antes de ahogarla. Obviamente, no fue ningún accidente.

Tilikum

Desde la muerte de Dawn y, especialmente, desde el estreno del documental Blackfish, han tenido lugar varias campañas para exigir la recuperación y liberación de Tilikum, pero Sea World no va a deshacerse tan fácilmente del padre del 56% de sus orcas. Tilikum vive aislado en un espacio que contiene  un 0,0001 % de la cantidad de agua que recorrería en un sólo día en el océano, y se muestra al público como un objeto de exhibición prácticamente inerte. En los últimos meses, se han difundido vídeos que demuestran los efectos devastadores que el cautiverio tiene sobre él: se deja flotar, mastica las rejas de metal y las paredes de hormigón de su tanque (lo cual lleva al desgaste dental, infecciones, problemas estomacales…) y su aleta dorsal está totalmente colapsada, cosa que se repite en casi todos los machos en cautividad, y que apenas sucede en libertad.

Los ataques de los que ha sido protagonista no son hechos aislados ni fruto de un instinto asesino incontrolable. De hecho, no hay ningún ataque documentado de una orca hacia un humano en la naturaleza. En cautiverio, en cambio, suceden constantemente. Sólo en Sea World, hay registrados unas 100 agresiones. En 2009, en Tenerife, una orca llamada Keto (enviada por Sea World a Loro Parque) acabó con la vida de Alexis Martínez. Según el autor David Kirby, muchos de los ataques por parte de orcas hembra pueden estar relacionados con el hecho de que a las madres les separen de sus crías (en la naturaleza el vínculo madre-hija de las orcas se prolonga durante toda la vida), tal y como sucedió con Kasatka y sus repetidos intentos de ahogar al entrenador Ken Peters:

En cualquier caso, estos animales están expresando de forma activa su disconformidad con la situación en la que se les ha obligado a vivir. Prepararlos para ser devueltos al océano no sería ni más difícil ni más caro de lo que ha sido capturarlos y entrenarlos para vivir encerrados y realizar actuaciones. Y, desde luego, sería mucho más justo. Actualmente, se estima que hay 54 orcas viviendo encerradas en parques acuáticos. Miles de personas siguen pagando para ver cómo, a pesar de todos sus esfuerzos, la vida de Tilikum se desvanece en una piscina. Su nombre, el que le pusieron aquellos que le esclavizaron, significa “amigos”, “parientes” ,”tribu”, “pueblo”. Significa todo aquello que le han arrebatado.

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Moby Doll, Wanda, Namu y Shamu: las primeras orcas capturadas para ser exhibidas en acuarios

 

Sólo 87 días soportó Moby Doll la vida en su cárcel de agua.

Unos años antes, el 18 de noviembre de 1961, la industria de los grandes acuarios había llevado a cabo su primer intento de capturar una orca viva para mantenerla en cautividad. Esa primera orca, a la que llamaron Wanda, había aparecido aquella mañana débil, sola y perdida en la bahía de Newport (California). El equipo del acuario “Marineland of the Pacific” la estuvo acosando durante todo el día mientras ella luchaba con todas sus fuerzas por su libertad, consiguiendo burlarles hasta en tres ocasiones. Finalmente, exhausta, la orca cayó en las redes de sus captores y fue trasladada a Los Ángeles, donde se le introdujo en un tanque de minúsculas dimensiones. Nada más llegar a la piscina, Wanda empezó a golpearse repetidamente contra los muros, tratando de escapar o de terminar por fin con su sufrimiento. Se cree que la causa de su muerte, dos días más tarde, fue el suicidio“A las 8:30  del 20 de noviembre, la ballena se puso violenta y, tras rodear el tanque a gran velocidad y golpeando su cuerpo en varias ocasiones, finalmente nadó hacia un aforador, convulsionó y expiró.”

wandaEl suicidio de Wanda no detuvo a quienes veían a los demás animales como oportunidades de negocio. Moby Doll fue el siguiente. Su captura tuvo lugar en East Point (British Columbia, Canadá) el 16 de julio de 1964 por parte de un equipo contratado por el Vancouver Aquarium. Su “trabajo” consistía en matar y diseccionar una orca, con el objetivo de construir un modelo a tamaño real que sería exhibido en el recinto. Como muestra su desafortunado nombre, para aquella gente la vida y la libertad de otro individuo no eran más valiosas ni significativas que las de un muñeco gigante. El escultor Samuel Burich fue el elegido para esta empresa, y según su relato fue él mismo quien arponeó a la ballena: “Escogí una que parecía un poco más pequeña que el resto…”, declaró.

Captura de moby dollDurante horas, el animal herido agonizó y luchó mientras otras orcas de su grupo le empujaban hacia la superficie para ayudarle a respirar. Burich intentó rematarle con varios disparos de rifle, antes de darse cuenta de que Moby Doll podía ser más útil vivo que muerto. El hilo atado al arpón que llevaba clavado en la espalda sirvió para apresarlo y remolcarlo durante 16 horas hasta llegar a un pequeño confinamiento en un dique seco de Vancouver.

Moby doll

Allí se trató su herida con antibióticos y se le trasladó a otro recinto temporal mientras se preparaba su piscina permanente en el Vancouver Aquarium; pero Moby Doll era mucho más que un muñeco. Era un ser con sentimientos que acababa de ser arrancado de su familia y de su hogar en el océano y, a pesar de su resistencia, su vida estaba siendo robada lentamente: “La ballena parecía estar sufriendo de shock… Por un largo periodo de tiempo, Moby Doll… no comió. Se le ofreció de todo, desde salmón hasta corazones de caballo, pero la ballena sólo nadaba en círculos alrededor de la piscina noche y día en el sentido de las manecillas del reloj.” Sólo después de 55 días comenzó a comer, pero para entonces ya había desarrollado una enfermedad en la piel por la baja salinidad del agua de la bahía, y sus pulmones estaban infectados por hongos. Moby Doll murió un mes más tarde, sin haber llegado a ser exhibido en grandes espectáculos, pero se había hecho tan popular que había contribuido a cambiar la imagen que tenía el gran público de las llamadas “ballenas asesinas”. Tristemente, la industria no tardaría mucho en aprender a aprovechar este cambio.

El 23 de junio de 1965, el que más tarde se llamaría Namu y una pequeña cría de orca quedaron enredados accidentalmente en una red de pesca. Namu se las apañó para escapar y consiguió ayudar a la cría a huir. Pero por alguna razón, tal vez para distraer la atención de los pescadores, él se quedó mientras el pequeño desaparecía. Fue así como el Seattle Marine Aquarium consiguió atraparle y trasladarle en una jaula flotante hasta sus instalaciones . Allí, mientras se convertía en estrella para el público y sus captores, llegando incluso a protagonizar una película, la vida de Namu se fue apagando hasta que murió ahogado un año más tarde debido a una infección bacteriológica que dañó su sistema nervioso central.

Para entonces, la industria estaba perfeccionando sus terribles técnicas de captura, y ya había conseguido la primera presa no accidental: Shamu. El destino de esta hembra era convertirse en compañera de Namu; pero las orcas raramente admiten este tipo de emparejamiento artificial. Shamu y Namu no se gustaron, así que ella fue vendida a Sea World como una mercancía más en diciembre de 1965. Aún hoy, Sea World explota el recuerdo de Shamu como una “marca de la casa”, la primera de muchas orcas encerradas y esclavizadas bajo el mismo nombre… Pero aquella primera Shamu, igual que sus predecesoras, igual que todas las orcas que han muerto y que hoy viven en un acuario, quería ser libre y supo encontrar la manera de demostrarlo.

Shamu attack

Unos meses antes de morir, en abril de 1971, la orca atacó a una mujer mientras filmaban un evento publicitario. Shamu atrapó a la joven mordiéndole las piernas y las caderas, negándose a dejarla escapar  hasta que otros trabajadores del parque le forzaron las mandíbulas con una barra. Sea World achacó este ataque a que la modelo debía montar a Shamu en bikini, y la ballena sólo estaba entrenada para colaborar con entrenadores vestidos de neopreno. Una de tantas excusas que los zoos y acuarios utilizan para desviar nuestra atención del hecho de que, sencillamente, ningún animal quiere ni debe vivir encerrado.

Actualmente, se estima que unas 56 orcas, 2.000 delfines de varias especies, 227 belugas, 37 marsopas  y 17 falsas orcas u orcas negras, se encuentran cautivas en 343 delfinarios en el mundo. Algunas de ellas han sido capturadas y otras obligadas a nacer presas y separadas de sus madres; algunas  han muerto o matado de desesperación; todas han mostrado de una u otra manera que estos lugares tienen que desaparecer; pero también las ideas y las costumbres que los sustentan.

Por eso, con estas historias, que son sólo cuatro entre cientos, queremos recordar que no sólo los mamíferos marinos sino también los peces y otras criaturas acuáticas,  son animales que sienten y que luchan por su vida. También son individuos que sufren y mueren para la diversión de otros o para terminar en un plato, individuos que también son criados y capturados para pasar sus vidas en cárceles de agua.

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Fuente: https://quererlalibertad.wordpress.com

Montreal, Canadá: Cibermundo. Invalidada la web de un laboratorio de vivisección

Montreal, Canadá: Cibermundo. Invalidada la web de un laboratorio de vivisección

 

El 7 de septiembre de 2015, una web de un laboratorio de vivisección fue saboteada usando la técnica de “deface”. Se entró en la web y se modificaron algunos de sus directorios. El resultado fue una imagen más realista sobre lo que hace el laboratorio y un mensaje que, esperemos, jamás olviden.

Porque no nos importan las excusas y mentiras que usan para justificar sus experimentos. Lo que de verdad importa es que la gente vea y sepa lo que realmente sucede en el interior de esos laboratorios, y causar el mayor daño económico que se pueda.

Después de pocas semanas, la web ha desaparecido. Que probablemente signifique que la han cerrado (esperemos que permanentemente). Nos sentimos orgullosos de haber alcanzado nuestro objetivo, y continuaremos hasta que cerremos todos los laboratorios.

¡¡NOS ACERCAMOS!!

Frente de Liberación Animal

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Nota de Contra Info: Se trata de un laboratorio de vivisección que hace parte de la universidad McGill en Montreal de Canadá, que antes de la acción era así.

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Fuente: http://es.contrainfo.espiv.net/2015/09/26/cibermundo-invalidada-la-web-de-un-laboratorio-de-viviseccion/

Desde la celda – Cortometraje de sensibilización sobre prisiones

Desde la celda – Cortometraje de sensibilización sobre prisiones

 

Hace unos meses os enviaba el enlace de un proyecto que publiqué para recaudar fondos que sirvieran al rodaje de un cortometraje de sensibilización sobre prisiones. A día de hoy, habiendo superado con creces el objetivo que nos planteamos inicialmente, vuelvo a escribir para compartir el resultado final.

Sin más dilación, comparto el resultado de un trabajo que lleva preparándose desde el pasado mes de marzo y que, por fin, pudo ver la luz a principios de este octubre. No persigue otra finalidad que la de sensibilizar, concienciar, implicar; por lo que cuanto mayor sea su difusión, más fácil será que los auténticos beneficiados sean las personas privadas de libertad.

Plena libertad para compartir-difundir si resulta de agrado!!

Un abrazo.

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NOTA CYBERPUNK:

No enlazamos el cortometraje por lo escrito aqui

España: Solidaridad con el anarquista Juankar

España: Solidaridad con el anarquista Juankar

 

Actualización Sobre Juankar Santana
 
Nuevo castigo para el compañero. Además de los tres meses de prohibición de las visitas y los dos días de aislamiento total que ha sufrido ahora le quieren añadir 38 días mas de aislamiento en la celda. Así se lo han notificado hace un mes, aunque si nos llegó la noticia hace unos días.

Los hechos
 
El 15 de agosto el prisionero Juankar tenía una visita con su compañera, un vis a vis programado meses antes; ese día se le notifica que el vis a vis no lo puede hacer. A la protesta que sigue, por esa arbitrariedad, les responden que por que su compañera ha venido desde tan lejos (Italia), se «le concede» una visita a trabes de un cristal. La arrogancia y sin razón de los guardianes hace que los ánimos se caldeen, Juankar no esta dispuesto a sufrir el enésimo aplazamiento de su derecho a la visita, grita que tiene ese derecho y pide su cumplimiento. Como respuesta se lo llevan por la fuerza y lo meten dos días en aislamiento para, luego, trasladarlo a un módulo más conflictivo.
Mas tarde le llega el aviso de la prohibición de las visitas por el susodicho tiempo y ahora esta última venganza por parte de los carceleros, hacia un detenido al que querrían someter y anular pero no lo consiguen. ¿Es acaso un privilegio pedir que se respeten sus propias normas?

Algunas palabras del compañero del 15.09.2015

(….)

Esta mañana me han entregado una propuesta de parte disciplinario por lo sucedido el pasado 15.08.2015, a parte de los dos días de Aislamiento Provisional, no contentos con restringirme todas las comunicaciones por tres meses (…) pues resulta que me proponen 38 días de Aislamiento en celda por un solo parte con 2 faltas muy graves (Agredir/Amenazar/Coaccionar personas y Resistencia activa/Grave incumplimiento de ordenes) y 2 faltas graves mas (Calumniar/Injuriar/Insultar/Faltar al respeto y inutilizar dependencias y todo esto por los mismos hechos…».

Las acusaciones que se le imputan comprenden casi todo el corolario del código penal: faltan las  acusaciones de torturas y abuso de poder, estas si, parece ser, patrimonio único de las autoridades en este caso carcelarias.
Por todo ello, hacemos esta denuncia publica para protestar por las condiciones con las que mantienen al compañero. Ningún compañero esta solo y haremos todo lo que esta en nuestras manos para que ni Juankar ni ningún/a otrx compañerx pase por lo que el esta padeciendo.

Contra su mundo de cárceles, cadenas y yugos.

No descansaremos hasta ver libre a nuestro compañero Juankar!

La solidaridad es nuestra arma!

Anarquistas contra todas las jaulas !!

Fronteras biométricas y agresiones infanticidas.

Fronteras biométricas y agresiones infanticidas.

 

Las fronteras… cada día más impermeables

 

En los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Girona, Palma de Mallorca, Alicante, Tenerife Sur y Málaga y en el puerto de Algeciras se han instalado un total de 124 estaciones biométricas ABC (Automatic Border Control) fabricadas por la multinacional del control INDRA.


El viajero se planta ante la pantalla o espejo electrónico, inserta su documento electrónico (DNI para los nacionales y pasaporte para el resto de los ciudadanos de la UE) y coloca la mano sobre el lector dactilar. Entonces el módulo de control lee las medidas biométricas del usuario, las compara con la foto, comprueba la huella dactilar y la validez del pasaporte y se conecta con tres bases de datos policiales internacionales por si esa persona tiene alguna “cuenta pendiente” con la ley.El sistema ABC instalado en el presenta además la particularidad de que registra tanto las entradas como las salidas del Espacio Económico Europeo, el  espacio Schengen. Si el aparato no reconoce la cara o las huellas de una persona, esta pasa a ser supervisada por un policía humano. Próximamente se espera instalar este sistema también el el puerto de
Barcelona.


La excusa es agilizar el paso de la frontera para los ciudadanos de la UE (se tarda unos 20 segundos en la operación), pero en realidad lo que se busca es detectar suplantaciones y falsificaciones, así como poder dedicar más recursos al control de los viajeros de países que no son miembros de la UE.


Es de temer que, después del frustrado atentado en el ferrocarril francés y las medidas de “seguridad” que se van a desplegar en todos los trenes de Europa aprovechando la excusa, pronto veamos kioscos biométricos también en las estaciones de ferrocarriles. La implantación de fronteras interiores, al menos para una buena parte de las personas, pronto va a ser un hecho.

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Un verano con demasiados niños y niñas muertos y agredidos…

 

En aproximadamente un mes, cuatro bebés han muertos o gravemente lesionados por sus progenitores en el estado español: huesos rotos (los huesos de los bebés son muy flexibles y difíciles de romper), lesiones internas, quemaduras… A finales de julio las noticias hablaban de dos niñas en Galicia, luego las dos de Castelldefels y su madre…

En Cataluña el año 2009 hubo 334 notificaciones por malos tratos en 2009 en niños y niñas de menos de un año, en el 2013 hubo 254… En la mayor parte de los países donde se ha estudiado seriamente el tema se ha visto que, como máximo, se detectan un 20% de los casos… Podemos decir pues que, sólo en Catalunya se superan (de largo) los 2.000 al año… ¡Más de 5 cada día!

En 2013 los casos notificados de malos tratos en el Estado Español fueron de 12.372 (61.860 si se detecta el 20%), 4.963 graves (24.815 el 100%).

Todos los empresarios dedicados a la cría de ganado (incluidos los criadores de ganado humano) saben que las condiciones de cría son estresantes, alienadoras y que arrasan física y mentalmente.

Los animales enjaulados sufren multitud de patologías, se deprimen, adelgazan, adquieren conductas maníacas de movimiento, se autolesionan, se agreden, practican el canibalismo… y matan a sus crías.

Los empresarios avícolas saben que por debajo de un espacio mínimo hay bajas por agresiones y muertes súbitas. Los ganaderos saben que administrando neurolépticos y tranquilizantes a los animales disminuye el impacto del canibalismo. Los porcicultores saben que si se desteta a los lechones más tarde disminuye la agresividad y la caulofagia( del latín caulo꞊cola, fagia꞊comer, literalmente, comerse la cola). Saben también que la mortalidad de los cerdos en su transporte al matadero disminuye en un 80% si se les administran neurolépticos. Y que la resistencia al estrés térmico de gallinas y cerdos es mayor cuando están tratados químicamente.

Todo se reduce a un cálculo de beneficios según el tipo de cría. Si hay un aumento de la producción para compensar las “bajas”, se puede seguir adelante con beneficios.

Los que nos crían a nosotros y nos utilizan antes de llevarnos al matadero también saben todo esto… Por esto tratan de mantenernos pacificados y si no, disponen de un arsenal mayor que el de los empresarios zootécnicos: antidepresivos, ansiolíticos, sedantes, pastillas para dormir y para despertarse, medicamentos contra la hiperactividad, hormonas para las menopáusicas, terapeutas de todos los colores… Y en último término coerción pura y simple, los antidisturbios, la cárcel, el manicomio…

En el estado español se consumieron 56,7 dosis diarias de ansiolíticos e hipnóticos por cada mil humanos en 2011, un 46% más que en 2000… Sólo con lorazepam y alprazolam fueron ya 36 dosis.

Este caluroso verano un número importante de humanos enjaulados han desarrollado conductas infanticidas, de un canibalismo social, social porque va emparejado con la familia nuclear, la pareja binaria y el patriarcado, porque va unido a la idea de posesión y dominación sobre los hijos transformados en objeto de consumo y de “prestigio” social.

Adultos humanos han hecho la vida imposible a 8 crías, enfermos por dominados, enfermos de ansias de dominar… Enfermos de dominación, enfermos de patriarcado… ¡Pero finalmente dominadores, finalmente enemigos de la vida libre!

Estos humanos infanticidas son tan despiadados como la gallina caníbal que picotea sus pollitos hasta la muerte… A las gallinas que matan a sus pollos, tradicionalmente se las envía directamente a la olla. Pero todavía más despiadado es el sistema de dominación y domesticación que los hace aflorar, la megamáquina de la desdicha que tritura a los humanos, a los animales y a la tierra.

 

MOAI

Santiago, chile: Golpe X Golpe: Jornada en Solidaridad con Ignacio Muñoz y Claudio Valenzuela

Santiago, chile: Golpe X Golpe: Jornada en Solidaridad con Ignacio Muñoz y Claudio Valenzuela

 

Habra:
– Gran Bingo Gran
– Sorteo Rifa Solidaria
– Comida Vegana (Chorrillana / Pizzas /  Papapletos / As)
– Música en vivo
– Tatuajes – Perforaciones
– Torneo de Tenis de Mesa (Single y Dobles)

Sábado 31 de Octubre

12:00 Hrs.

Valor: $2.000 pesos (con derecho a participar del Torneo de Ping-Pong y un Cartón de Bingo)
*Quien gane el Torneo de Tenis de Mesa podrá canjear Tatuajes – Perforaciones mientras dure la Actividad.

Dirección: Av. Los Mares #7377, Pudahuel / Metro: Laguna Sur

Liga Antiautoritaria Deportiva
E.S.A & Biblioteca Autonoma Sante Geronimo Caserio